Un Amor Inseparable: Una romcom muy particular.
La gran sorpresa del 2017 llega a cines argentinos tras encantar a críticos y taquilla en Norteamérica con un inventivo giro a las comedias románticas de siempre.
Muy probablemente no les suene tanto el nombre Kumail Nanjiani (y seguramente tengan que googlearlo si alguna vez quieren escribirlo), pero no hay dudas de que su cara y sus trabajos van a ser familiares para más de uno. Recientemente su mayor exposición vino en la forma de su protagónico en Silicon Valley, la aclamada comedia de HBO, lo cual le abrió las puertas a incontables apariciones en todo tipo de comedias televisivas y finalmente tanto a escribir como protagonizar en su propia comedia producida por Judd Apatow.
Conocida más que nada por su nombre original, The Big Sick comienza desarrollando una comedia romántica ya de por si medianamente interesante: un comediante indio (versión ficcional del propio Kumail) comienza a verse con una colorida y simpática Zoe Kazan, manteniendo la relación secreta para evitar disgustos de su ortodoxa familia. Pero lo que destaca esta cinta por sobre sus pares es el giro que ocurre ni bien arrancan las cosas: ella cae enferma, y la comedia romántica sigue solo con un protagonista que no tiene idea que hacer. Con su muy reciente pareja internada, el joven tendrá que lidiar no solo manteniendo a flote su carrera como cómico de stand-up y sus ya semanales cenas familiares, tan incomodas y obligatorias como los matrimonios que constantemente intentan arreglar para él, sino además con los padres de su comatosa novia (a los cuales, por supuesto, todavía no había conocido).
Como toda comedia romántica, esta es una película sobre relaciones. Ejemplificado de gran manera por las varias parejas que populan su guion. Primero tenemos a la pareja protagónica, extremadamente simpáticos y con una química que le da vida aún a los breves momentos en que el film (en un principio al menos) pasea peligrosamente por terrenos tediosamente familiares del género. A ellas se le suman la pareja de los padres, entregando de igual manera sus cuotas de humor y drama, combinación que sin dudas esta en el centro de la película. Para sacar toda duda de que las parejas sean algo buscado especialmente por el guion, tenemos al dúo de amigos y colegas de Kumail. Cuando estos últimos están en pantalla, transforman por completo la cinta en un proyecto cualquiera de las usuales maratones de improvisaciones de Apatow, pero afortunadamente todo se intenta mantener en su justa medida.
Justamente el control del tono y de la mezcla de géneros es vital al enfrentarse a un proyecto con estas ambiciones. En particular, uno tan personal para su protagonista y guionista cayó en las más que capaces manos de Michael Showalter, creador y escritor de Wet Hot American Summer. Gracias a él se entiende que la película logre transitar con seguridad mientras cambia de géneros constantemente, siempre manteniendo un corazón sentimental que transpira en cada uno de sus diálogos. Una buena comedia dramática logra entregar tanto risas como drama en una misma escena de forma natural, y esto es algo que Un Amor Inseparable logra unas cuantas veces. Especialmente gracias al gran trabajo de Holly Hunter y Ray Romano, que (interpretando a los padres de Kazan) comienzan con Kumail una relación como si de ellos tres se tratara la película.
Aunque tenga muchos positivos (lo más importante lo hace realmente bien), es un film con unas cuantas flaquezas. Antes de que la mitad de la naranja caiga enferma, la película se conformaba con dejarse llevar por la tranquila corriente de las romcoms usuales. Los inicios del film se manejan como una comedia romántica corriente, mientras que en el medio de la cinta es donde encontramos las escenas y el desarrollo más valioso. Finalmente es al final dónde hay más negros que grises: sin entrar en spoilers y sin tratar directamente las decisiones que toma el guion, definitivamente termina reduciendo por completo cualquier impacto que pueda tener la película, eligiendo en su lugar molestarse solo por satisfacer al espectador. Aparte de eso tenemos resoluciones extrañas en las relaciones de varios personajes que sugieren cortes o cambios que debieron realizarse en post-producción, casi como si conclusiones de un personaje se hubiesen mezclado con las de otro. No se encuentran en el film cosas que sugieran especialmente que el futuro de Nanjiani este en ser guionista, los detalles lógicos de un primer guion están a la orden del día y en definitiva no termina de ofrecer más que una interesante premisa, aunque entregando con mayor seguridad un decepcionante desarrollo de la misma.
Pero, en general, se trata de una comedia romántica que logra hacer lo suficiente como para tener una voz particular y separarse del resto. Al final termina entregando una película que va a satisfacer a los fanáticos del género mientras que tiene las cualidades como para caerle bien a algún aventurero que se disponga a verla solo por las cosas que la separan del resto. Aunque relativamente ambiciosa, sus aspiraciones son limitadas y seguramente sea gracias a ello que logra dar una experiencia tan justa para todo tipo de público.