Primavera, verano, otoño e invierno de una feliz familia y sus no tan felices amistades.
Al ver esta película, y luego tener que escribir sureview, tuve sentimientos encontrados. No supe qué contar, ni siquiera sabía como explicar de qué se trataba esta película, hasta que me dí cuenta que mi problema era el complicar demasiado las cosas.
Porque “Another year” cuenta una historia muy simple. Tom (Jim Broadbent) y Gerry (Ruth Sheen) son una pareja que ya debe estar en sus 60 y que vive su vida como siempre, cuidándose y amándose entre ellos, a su hijo Joe, a su huerta y a sus tristes y hasta patéticos amigos y familiares. Y lo que vemos no es un problema en específico que haya que resolver, ni nada similar, sino simplemente un año en la vida de esta pareja y la gente que los rodea. Nada más y nada menos.Pero esto se convierte en un “más” cuando nos enteramos que el escritor y director es el inglés Mike Leigh, que también nos dio el placer de ofrecernos películas como “Vera Drake” y “Happy Go Lucky”, entre otras.
Así pasan unos 130 min. de este drama/comedia ultra británico en cada aspecto, que me recuerda a alguna que otra película costumbrista argentina, donde parece que vemos poco pero en realidad vemos muchísimo. Y por esto Mike Leigh se merece mis respetos, porque hay que animarse a hacer una película que no tiene un nudo muy importante y que se limita a mostrarnos una vida normal que podría tener cualquier de nosotros, con tanto realismo y crudeza que puede llegar a doler.
Vemos felicidad y tristeza, muerte y nacimiento, juventud y adultez, amor y soledad, y esas dicotomías que son parte de la vida de todos y que Leigh muestra con tanta facilidad y simpleza, gracias a los increíbles diálogos y la soberbia actuación de absolutamente todos y cada uno de los actores, especialmente de Mary, personificada por Lesley Manville, una mujer que merece llevarse todos los aplausos en esta película, con su papel de divorciada que se muestra feliz, pero se siente deprimida, sola y demasiado atada a su compañera de trabajo y amiga Gerry y su esposo Tom.
La dirección de arte y fotografía, planos y sonido también se mantienen simples y sin nada que nos recuerda que es una película, ya que con el correr de los minutos, que son muchos pero no se notan tanto, vamos metiéndonos al punto de creer que nosotros también estamos sentados en esa mesa, escuchando los problemas de Mary y Ken, o conociendo a la nueva novia Joe. Con tiempos lentos y bastante uso de los silencios, este filme sobre gente que ya vivió gran parte de su vida, sea como sea, nos muestra tanto un porvenir esperanzador, como uno más triste, pero con iguales esperanzas de un futuro mejor para personas que vivieron cientos de cosas, pero que tal vez puedan vivir muchísimas más a pesar de todo.
Una película sencilla, por momentos demasiado, pero profunda, atrevida y con ganas de contarnos una historia distinta a las que normalmente vemos en los cines. Por momentos demasiado lenta y hasta repetitiva, pero creo yo, una de las mejores y más logradas obras de Mike Leigh.
Una tragicomedia muy británica que dudo que tenga un punto medio. Vas a sentir que te aburrís y odiarla o vas a meterte demasiado en la historia y amarla. Pero algo vas a sentir, y eso es lo más importante.