Una gran alegría que se estrene una película de la realizadora francesa Claire Denis, realmente. Aquí la directora de Trouble Every Day adapta fragmentos de un discurso amoroso para contar la historia (más bien mostrar el retrato) de una mujer, madre sola, en busca del gran amor. Binoche es, como siempre, una luz que ilumina todo lo que rodea, pero Denis no la deja sola: la sigue y la acota para que la emoción aflore. Belleza pura.