Manuel (Iñaki Aldao) es un joven estudiante que vive con sus padres en un pueblo de la Patagonia. La música es todo para él, es su felicidad, pero también es su desahogo en momentos de tristeza. Encerrarse en su habitación a tocar el piano o sentarse debajo de un árbol para componer, lo transforman en un ser libre y por eso sueña con obtener una beca que le permita viajar a Buenos Aires y convertirse así, en un famoso compositor.
Sin embargo, su vida allí no es para nada sencilla, atormentado por algunos habitantes que lo miran de reojo por ser hijo de un padre descendiente de alemán (Carlos Kaspar) y una madre curandera (Lorena Vega) perteneciente a los pueblos originarios selknam. Teniendo que lidiar con los prejuicios y enfrentando a aquellos vecinos que despectivamente lo llaman “Indiecito”.