Slumdog Chatrán.
Hay que aclarar algo desde el principio: la historia que promete el trailer está contada desde un enfoque bastante distinto al que finalmente entrega la película, ya que casi todo lo que muestra el avance sucede en la segunda mitad del film. Por razones estrictamente publicitarias se vende como si fuera el principio, seguramente porque recién en la segunda mitad aparecen todas esas caras conocidas que podrían llamar la atención en un afiche occidental. En todo caso, recomiendo no ver el trailer y llegar sabiendo lo menos posible de una historia, que realmente comienza con un simpático niño nacido en la pobreza rural de la India, que pierde a su familia y termina sobreviviendo como puede en las calles de Calcuta. Mientras, intenta reencontrarse con su hermano, hasta que eventualmente su vida mejora y ya convertido en un joven adulto interpretado por Dev Patel,(Slumdog Millionaire) acude a un programa de concursos para que lo vea alguien de su pasado usa internet para intentar rastrear el pueblo que abandonó a los cinco años, aunque no recuerda ni siquiera el nombre.
Largo camino a casa. Con Google:
Como en cualquier producción de este tipo, todos los aspectos técnicos y las actuaciones en general no bajan un nivel aceptable, sin llegar a ser destacables. Pero todo eso no alcanza para lograr sostener el interés de una historia que está partida en dos, con veinticinco años de elipsis en el medio, y que no logra conectar ambas épocas de forma orgánica.
Al estar basada en un caso real, tiene una estructura de biopic que recorre la vida del personaje en vez de focalizarse en la resolución de un conflicto concreto, o el crecimiento de un personaje cómo sucede en la narración más tradicional. Toda la primera etapa, que cubre la infancia de Saroo y su lucha por sobrevivir mientras intenta reunirse con su familia, no terminan de construir una trama y resultan apenas una secuencia de escenas emotivas, alcanza con ver el trailer o las imágenes promocionales para saber cómo van a resultar incluso antes de que empiecen.
No hay sorpresa, pero por sobre todo no hay tensión. No hay dudas de cómo se van a resolver los desafíos que se cruzan en el camino del protagonista. Las dudas quedan para entender por qué actúan de determinada forma una serie de personajes apenas desarrollados, de los que no sabemos casi nada pero se nos exige creer que son razonables y lógicos; seguramente porque en el fondo lo que importa de Un camino a casa no es contar una historia ni dejar un mensaje. Sólo pretende causar un par de momentos lacrimógenos, cómo para que en conjunto parezcan un drama profundo y emotivo.
Conclusión:
Un camino a casa es un drama efectista que recurre a una secuencia de momentos emotivos, para intentar contrarrestar la falta de una trama que se desarrolle de forma interesante.