Entre dos tierras
Valeria Bruni Tedeschi dirige y protagoniza esta historia en la que interpreta a Louise, una mujer que ha pasado los cuarenta, esta sola, no ha tenido hijos, y pasa sus días entre París, donde reside, y el castillo de su familia en Italia. Louise va y viene entre ambos idiomas e idiosincrasias, retratando la vida burguesa de ambas culturas. En Italia debe lidiar con su madre y su hermano gravemente enfermo, donde no encuentran solución para los problemas económicos que atraviesa la familia y se niegan a deshacerse de algunos tesoros familiares que pagarían sus deudas, pero que los bajarían del escalón aristocrático al que están subidos. En Francia comienza una relación con un joven bastante menor que ella, y se debate entre disfrutar de la vida con su amante veinteañero o forzarlo a comprometerse y tener un hijo, porque el reloj biológico la apremia. La compleja vida de la protagonista tiene varios matices y es interesante, pero la historia parece nunca encontrar el tono. No sabemos si esta narrada en tono de comedia o de drama, la actriz se pasea histérica por ambos géneros, sin lograr nunca un clima que le de verosimilitud al relato. La película termina resultando un simple retrato de una familia con un gran apellido que ha vivido años de esplendor que ya se han terminado, y deambula en un limbo lejos de la realidad. La actriz, guionista y directora ha volcado mucho de su propia vida en una película que a pesar del buen trabajo de sus actores, no tiene solidez y por momentos hasta resulta absurda.