Choque cultural delirante
Un cuento chino es la última película de Ricardo Darín dirigida por Sebastián Borenzstein, hijo de Mauricio Borenzstein, mejor conocido como el legendario humorista Tato Bores. Esta vendría a ser su 3ra película, siendo las anteriores "Sin Memoria" y la premiada "La suerte está echada". En esta ocasión nos trae una historia simple en la cual un ferretero de Buenos Aires, argentino de cepa, se ve involucrado con un chino llamado Jun que se encuentra perdido en nuestro país en busca de su único familiar. El choque cultural de los personajes sumado a las personalidades de cada uno, dan como resultado un cóctel de 93 minutos de comedia de alta calidad, inteligente, con algunos toques históricos y dramáticos que hacen que el film tenga muy buen ritmo a lo largo del metraje. Darín está en su mejor momento, con El secreto de sus ojos, Carancho y ésta última interpretación que lo consagra como el actor más versátil que tiene el cine argentino. Acompañan a Darín en la cinta Ignacio Huang, el chino que en realidad vive en Argentina desde los 11 años, es diseñador gráfico y estudia teatro en la escuela de Norman Briski, junto a los actores Iván Romanelli (el gordo Liberosky del Much Music) y Muriel Santa Ana (Ciega a citas), con papeles secundarios pero que cumplen muy bien con su labor.
Para resaltar, la dupla protagonista tiene muy buena química, creando momentos de muchísima risa, al punto de que solo los gestos e insinuaciones de cada uno de los protagonistas, mantiene tentado al espectador todo el tiempo. El concepto del "anti héroe" está muy bien aplicado por el director, presentándonos a Roberto, el típico argentino gruñón que se la pasa insultando y criticando a las personas, pero que a la vez, tiene problemas de socialización y algunos comportamientos extraños dignos de ser analizados por un buen psiquiatra. ¡La vaca como símbolo de la historia de ambos protagonistas, me pareció algo fabuloso y original!
En fin, Un cuento chino es una película que le hace muy bien a nuestra historia cinematográfica, que aporta mucho en versatilidad al buen momento que está pasando nuestro cine y que demuestra que en Argentina hay mentes creativas brillantes que pueden crear entretenimiento de calidad. ¡Sin duda una peli que no hay que dejar pasar!