Película complicada para reseñar. Acá tenemos una propuesta que no acepta términos medios.
La amas y la recomendas o la odias y la masacras en la reseña. No hay otra.
En Estados Unidos ya ocurrió con la novela homónima de Mark Helprin, de 1983. Las opiniones están completamente divididas. La gente a la que le gustó el libro habla maravillas y quienes opinan lo contrario le pegaron con la misma pasión.
¿Quién tiene la razón? Nadie, depende de como vos te conectes con la propuesta.
Un cuento de invierno es una de las historias de romance y fantasía mas bizarras que se concibieron en las últimas décadas.
La película representa el debut en la dirección de Akiva Goldsman, guionista de filmes como Una mente brillante , El luchador (Ron Howard) y la infame Batman y Robin.
En este proyecto Goldsman tuvo la astucia de reunir un reparto de actores de primer nivel, algo que resultó una gran ventaja para esta propuesta.
A Colin Farrell, Russell Crowe, William Hurt y Jennifer Connelly les crees cualquier personaje que interpreten y eso facilita que te conectes con historias alocadas de este tipo.
Con actores malos este film hubiera sido más complicado de ver porque la trama es un delirio absoluto que obliga al espectador a aceptar acciones de los personajes que no tienen sentido ni explicación.
El film comienza como un romance de fines del siglo 19 y cuando entran en juego los elementos fantásticos el conflicto se vuelve más extraño.
Algo loco de Un cuento de invierno es que hasta la primera hora de la historia no queda claro el rol que juegan los villanos.
¿Son demonios? ¿Vampiros? ¿Por qué persiguen al protagonista?
Akiva Goldsman se toma su tiempo para desarrollar esta cuestión y desconcertar más al espectador con las respuestas de este enigma.
El tercer acto de la trama que transcurre en la actualidad me pareció acelerado como si el director hubiera estado presionado por entregar el film terminado en menos de 120 minutos.
La relación de Colin Farrell con Jennifer Connely se desarrolla demasiado rápido y en consecuencia se vio afectada por esta cuestión.
La película parece la versión resumida de una historia atractiva que debe estar mejor desarrollada en la literatura.
Por momentos me hizo acordar a August Rush, donde si te dejás llevar por la trama y no te sentás en la butaca del cine a tomar apuntes para buscarle errores o esperás encontrarte con un drama de Orson Welles, terminás por disfrutar la propuesta si te gusta el género.
Si te permitís disfrutar el cuento de hadas que propone el film es un película romántica entretenida que vale la pena y se deja ver.