La película empieza mostrando a Becky Fuller (Rachel McAdams), una joven productora de televisión, obsesionada con su trabajo, que no puede ni siquiera entablar una relación amorosa. Cuando cree que esto le va a generar un ascenso la echan, y repentinamente se convierte en una niña, que a sus 28 años parece de 18, que busca su primer trabajo, que no sabe cómo buscarlo, que no sabe cómo desempeñarse en una entrevista, que se humilla y se muestra desesperada. Apenas consigue trabajo y cuando creemos que esa niña sin experiencia va a fracasar, vuelve a ser la del principio, una mujer obsesionada por su trabajo que, nueva información, es muy buena en lo que hace. Hasta este momento la película construye mal a su personaje principal. Y después va a seguir igual con el resto, pero hago un parate porque en este momento entran en escena Diane Keaton como Colleen Peck, una suerte de Anabela Ascar del primer mundo; y Harrison Ford como Mike Pomeroy, haciendo el papel de Meryl Streep en El Diablo Viste a la Moda pero menos creíble... mucho menos creíble. Dentro de la línea principal de la película, una productora intentando salvar a un programa de televisión y a su carrera mientras lucha con un presentador intratable, se teje muy gruesamente y con un hilo muy fino una comedia romántica que pasa desapercibida. Más allá de esto la película entretiene y carga con algunos buenos momentos (pobre consuelo).
No solo los personajes de Harrison Ford y Meryl Streep tienen en común esta película con El Diablo... (uno bien logrado y el otro no), sino que comparten a Aline McKenna como guionista (que realizó un guión bien logrado y el otro no). Aunque hay que ser justos, este es un guión original... no, no se confundan con esa palabra, mejor digamos que, a diferencia de El Diablo..., este es un guión que no fue adaptado de un libro. El director Roger Michell (Notting Hill) hace lo que puede y nos trae una película que parece decirnos: basta de televisión seria, un poco de televisión basura y popular también es bueno... Déjenme decirles que este humilde servidor no está de acuerdo en lo más mínimo. Ahora los dejo porque empezó Gran Hermano.