Estás mojada, ya no te quiero. Crítica de “Día de Lluvia en Nueva York” de Woody Allen.
Gatsby Welles (Timothée Chalamet) y Ashleigh (Elle Fanning) son una joven pareja enamorada de universitarios que se dispone a pasar un fin de semana en la ciudad de Nueva York. El lluvioso fin de semana estará plagado de encuentros, desencuentros y equívocos. Por Bruno Calabrese
Con una narración en paralelo de las dos historias (Ashley y Gatsby se separan por unas horas y tiene cada uno encuentros fortuitos que ponen en riesgo su frágil relación amorosa), el cineasta refiere la rápida transformación del joven bohemio, adicto a los juegos de azar, la música y el cine de autor, en un hombre escarmentado y sentimentalmente maduro, lo cual tiene efectos sobre su atolondrada novia de ocasión. Ella va a entrevistar al reconocido cineasta Roland Pollard (Liev Shreiber), que pasa por un momento de crisis creativa, y durante su azarosa aventura conocerá al cautivador actor Francisco Vega (Diego Luna). Por su parte, Gatsby también conocerá a una joven, Chan (Selena Gómez), que le ayudará a poner en orden sus sentimientos.
Un Nueva York luminoso y azotado por la lluvia es el fondo que el veterano cinematógrafo Vittorio Storaro realza con maestría. Una obra lúdica, alejada de intensos dramas realistas como “Blue Jasmine” o “Wonder Wheel“, pero también de la liviandad de títulos como “Vicky Cristina Barcelona”. A través del personaje de Gatsby Welles, un dandy despreocupado y rico, Allen elabora su autorretrato como artista joven enamorado de Manhattan, el jazz y la comedia fílmica de los años 50, los clásicos literarios y mujeres tan cándidas y entrañables como la joven Ashley, o tan sensuales y avispadas como Chan, el personaje que interpreta Selena Gómez.
Gatsby quiere mostrarle a su novia la melancólica retro Manhattan que ama. Un joven que está luchando para siempre con el cumplimiento de las expectativas familiares y que trata de eludir todo contacto con ese mundo snobista con el que su madre pretende que se relacione. Aunque en todas sus películas siempre tiene un magnetismo especial, Chalamet es el menos convincente de los personajes principales, que igualmente nos entregará el momento más destacado en ese monólogo deslumbrante de su madre, interpretada por Cherry Jones, donde descubrirá un lado oculto de ella, clave para decidir sobre su futuro. Elle Fanning es quien nos hipnotizará con su carisma especial, una mezcla entrañable de joven que quiere mostrarse como autosuficiente, pero cuyas limitaciones saltan a la vista. Un personaje estereotipado, que provocará polémicas en el contexto actual pero que funciona perfecto para el tono cómico de la película.
Wooddy Allen no se caracteriza por mantenerse al día con los contextos sociales actuales o con los discursos progresistas, y es difícil que haga películas diferentes a las que él inventó. Pero aunque “Un día lluvioso en Nueva York” no es la mejor película de Allen, nos sigue regalando frases ácidas que sólo él podría escribir, y su sello inconfundible como narrador de historias todavía lo ubican un escalón arriba de los demás directores. Una comedia romántica nostálgica, agridulce y con encanto, en una ciudad pasada por agua que, como Woody, no pierde su magia ni en los días más oscuros.
Puntaje: 80/100.