Ya bastante complicado es tomar decisiones por uno mismo, cuánto más difícil debe ser tener que decidir sobre el futuro de un menor de edad. En cierta forma, este es uno de los puntos que toca “Un don excepcional”, un film protagonizado por Chris Evans y Mckenna Grace.
La niña prodigio, Mary, es interpretada por Mckenna Grace, un talento en frasco chico que con tan solo 10 años ya tiene 42 participaciones como actriz entre películas y series (WTF?). Su actuación es brillante y se lleva varios momentos de comedia muy logrados. La química con quien hace de su tío (quien está a cargo de ella) es notable.
La película es sencilla, un hombre que tiene a su cargo a una niña, hija de su hermana quién se suicidó hace unos años, que lleva una vida tranquila y de pronto aparece su madre, tras siete años de estar desaparecida, para llevarse a la nena. Lo positivo del film es que es una historia emocional, pero sin golpes bajos.
Me hubiese gustado más escenas en las que aparezca Grace, pero sabemos que a veces el rodaje con niños es bastante complicado por temas de horarios y demás.
Las participaciones de Octavia Spencer como la vecina, y Jenny Slate como la maestra de Mary son muy correctas y le dan un condimento extra a la historia.
La narrativa de la película lleva un ritmo que se ve precipitado hacia el final con una resolución un poco tirada de los pelos.