Exitoso en todo lo que emprendía y querido por todos, Calvin Joyner (Kevin Hart) Un Espía y Medioera la estrella de la escuela, estaba destinado a triunfar en la vida. También fue el único que tuvo compasión del pobre Robbie Weirdicht (Dwayne Johnson) cuando recibió una humillación pública que lo traumó de por vida. Veinte años después, Calvin se niega a ir a la reunión de ex alumnos porque no puede enfrentar la frustración de que -aunque es un talentoso contador- no cumplió con las expectativas que todos tenían de él. Sin embargo cuando Robbie lo contacta sorpresivamente por Facebook, acepta reencontrarse con él en un bar para evitar ir a terapia de pareja. Para su sorpresa, aunque ahora se hace llamar Bob Stone y convirtió cada gramo de grasa en músculos, sigue siendo tan alegre e inocente como el extraño adolescente del que todos se burlaban. Superada la incomodidad inicial que le produce la idolatría que Bob le muestra, Calvin se divierte como se había olvidado que podía y antes de irse a dormir acepta ayudarlo revisando su información contable. A la mañana siguiente, la CIA golpea a su puerta buscando a su nuevo amigo acusado de haber robado secretos de Estado y, por más que intenta salirse, queda implicado en una trama de espionaje internacional en la que no puede decidir a quién miente.
Otra buddy movie:
A la premisa de Un Espía y Medio ya la vimos muchas veces. Decir que se trata de una comedia donde un agente experto recluta a un hombre común para resolver un caso, podría servir para definir desde Grimsby hasta Socios por Accidente, pero se diferencia proponiendo un arquetipo distinto al hombre duro e insensible que suele representar al espía, reemplazándolo por un agente letal en combate con una personalidad completamente inocente y hasta cariñosa, que además padece fuertes inseguridades sobre su cuerpo producto de una situación traumática de la adolescencia que no logró superar.
Bob Stone es un Jason Bourne fan de los unicornios que dejaría la vida en cumplimiento del deber, pero cuya mayor ambición es que el chico que pasó veinte años idolatrando a la distancia lo considere su amigo, porque de alguna manera sigue atascado en la adolescencia y aunque es capaz de enfrentarse a una docena de hombres armado,s no puede ni abrir la boca si se encuentra frente a frente con el bully que lo maltrató toda la secundaria. Dwayne Johnson podrá nunca hacer una carrera interpretando a Hamlet, pero puede actuar lo suficiente como para salirse del encasillamiento de héroe de acción y hacer un trabajo bastante decente en la comedia, especialmente cuando genera una buena química con su compañero como en este caso. Ellos dos son los que llevan adelante una historia completamente previsible, aunque no necesita ser mucho más que eso: si bien no causa carcajadas, tampoco aburre.
Conclusión:
Un Espía y Medio no es original y cada paso de la historia sucede como se anticipa que será, pero la buena química entre los protagonistas logran que su humor inocente sea efectivo y entretenga lo suficiente como para pasar un buen rato un domingo a la tarde.