Viejos son los trapos
El calor pega fuerte en Roma a mediados de agosto. Es cuando se celebran las fiestas de verano y todos salen de viaje. Menos Gianni que se queda con su madre. Él es un cincuentón soltero y desocupado dedicado a las tareas del hogar y al cuidado de su anciana progenitora.
La relación entre ellos es amorosa, se acompañan mutuamente. Sin embargo los problemas económicos les agobian y el consorcio del edificio donde viven reclama pagos atrasados.
En una de las visitas que el administrador le hace a Gianni para ver el estado de las cuentas aquel le pide un favor muy especial a cambio de rebajar en algo la deuda. dado que va salir con motivo de las fiestas necesita de alguien que cuide a su madre. Gianni acepta y al otro día recibe a la madre del administrador que viene con yapa, la tía. De un día para el otro Gianni tiene a tres mujeres mayores de setenta viviendo con él y por quienes debe velar.
Pero no quedará ahí la cosa. El médico amigo de la familia también debe viajar y sí, también le pide a Gianni que cuide de su madre. Una mujer que toma varias pastillas por día y debe seguir unaestricta dieta.
Gianni tiene ahora a cuatro mujeres mayores a su cargo, en principio por un par de días. Se enfrenta al problema de los gastos y la ruptura de su rutina, todo en medio de una ciudad desierta y calurosa.
El protagonista es además guionista y director de esta película en la que actúa con su propio nombre, como el resto de los personajes. Elige un tono medido, afable, sin estridencias. Se toma su tiempo para cada escena, en la construcción de cada plano parece poner la misma dedicación que su personaje pone en la atención de las mujeres.
Se trata de un relato breve, simple, en el que podemos reconocernos y a través del cual se muestra que tan necesaria es la interacción entre esos viejos que acaban abandonados, destinados a una reclusión involuntaria por parte de sus hijos. Es una comedia ligera, de esas que reconfortan sin segundas intenciones. Para pasarla bien; si es en familia, mejor.