Paris Reborn love
París, París… Ciudad simbólica para la cultura occidental por muchos motivos. Imposible condensar toda una ciudad en una sola característica, pero si se sabe que supuestamente el amor tiene una oficina central y especial allí. El amor, que en teoría no tiene edad, se encuentra asociado a la juventud y su nacimiento como la etapa más excitante, luego crece y las chispas que generan sus diferencias lo hacen menos atractivo para contar historias.
Este no es el caso de Fin de semana en Paris, ya que el film trata de una historia de amor en búsqueda del renacimiento, al acudir a ese lugar mágico para recordar y reremorar la antigua juventud romántica de una pareja en una escapada al lugar de su luna de miel. Nick (Jim Broadbent) y Meg (Lindsay Duncan) nos cuentan mucho de sus vidas en detalles, sin decirlos explícitamente. Ambos son profesores en distintas materias – biología y filosofía –, sus personalidades son opuestas y su vivencia del amor también lo es, así como la dependencia que tiene uno del otro.
Le Weekend Directed by Roger Michell Starring Lindsay Duncan and Jim Broadbent
Ambos personajes son profundos, y no necesitan diálogos tan elaborados para saberlo, el guión en ese sentido es filoso para saber utilizar las múltiples referencias sutilmente –Jean Luc Godard, Bob Dylan, Nick Drake, Wittgenstein, entre otros-. Ambos personajes se encuentran bien interpretados por los actores, y tal como ocurría con la famosa trilogía de Richard Linklater (Before Sunrise, Before Sunset y Before Midnight), es fácil encariñarse con los personajes. Sin embargo, a diferencia de la obra del norteamericano, Fin de semana en Paris no tiene intenciones de quedar en nuestra memoria y hacernos recordar frases o reflexiones sobre la vida. Quizás sea la química de los dos actores principales lo que más quede en nuestra memoria.
Se trata de una historia simple, un viaje problemático e inesperado en muchos sentidos, donde los profesores buscan recuperar el amor que tienen entre sí. La historia por momentos cae en intensidad y en nuestro interés, pero de alguna forma volvemos en ella. La aparición del insoportable personaje de Jeff Goldblum le dio un cierto aire para mantenerse y no quedar en una historia intrascendente.
Más allá de ciertos cuestionamientos con el argumento del film, Fin de semana en Paris es una película de un amor adorable pero agudo, con una gran dirección de actores que logra llegar a cualquier espectador.
Por Germán Morales