Comedia ácida con dos buenos actores que se sacan chispas
Jim Broadbent y Lindsay Duncan protagonizan esta comedia ácida originalmente llamada "Le Week End", así, en cocoliche anglofrancés. Al veterano lo vimos en "Brazil", "Ricardo III", "Moulin Rouge", "Topsy-Turvy", etc.; es el padre de Bridget Jones y el profesor Horace Slughorn en las de "Harry Potter", y se ganó un Oscar por "Iris: recuerdos imborrables", que hoy pocos recuerdan. Entretanto, ella se restringió casi totalmente a la televisión inglesa, pero aparece como la madre en "Una cuestión de tiempo" y eso ya basta para recordarla. Es la clase de mujer que uno lamenta no haberla conocido cuando joven.
Aquí ambos se sacan chispas componiendo dos profesores sesentones. Los hijos no les dan motivo de orgullo, tampoco ellos tienen de qué vanagloriarse, y la sombra de la jubilación los acecha a la vuelta de la esquina. Así que de buenas a primeras se van a festejar sus cosas a Paris. El Paris de su juventud más o menos se conserva. Ellos se conservan menos que más. Y el amor entre ellos, bueno, eso está por verse.
Viejo matrimonio apenas unido por el cariño y el fastidio mutuo, durante ese week end alternarán sonrisas y enojos, afectos y recriminaciones, gestos elegantes y expresiones procaces. La convivencia los ha dañado, pero también tiene partes lindas. Por ejemplo, la complicidad. Se supone que son personas maduras, responsables, bien educadas. Pero ahí en Francia estos dos ingleses se mandan unas buenas macanas. Se entiende, cada cual tiene su manera de sentirse joven. Para respaldarlos aparece un ex discípulo que supo ganar plata y que por razones equívocas admira al viejo profesor como un modelo de libertad, representativo de los grandes tiempos contestarios.
Jeff Goldblum es el ex discípulo. "Bande a part", de Godard, la película cuyo baile toman para brindar por la confusa pero vital filosofía que los une. Hanif Kureishi, siempre incisivo, es el guionista, que ya había escrito para el mismo director "The Mother", "Venus" y la serie "El Buda de los suburbios". El director es Roger Michell, conocido por la comedia romántica "Nothing Hill". Pero ésa era con otro guionista, otro espíritu, y gente en otra etapa de la vida.