¿Quién fue Cesar Milstein? ¿qué hizo?
Es probable que varios hayan escuchado de él, ya que se trata del quinto y último argentino en ganar un Premio Nobel (1984). Aunque haya sido un reputado Bioquímico, ganó el Nobel en medicina por el descubrimiento junto con otros científicos de Cambridge, de anticuerpos monoclonales, que sirven para curar tumores y cánceres.
El documental de Ana Fraile, es un tributo a la memoria de Milstein (1927 -2002), y principalmente su obra. Grabada y exhibida en soporte digital, tiene una estética bastante convencional (especialmente las entrevistas) y alterna testimonios recientes de sus allegados, con entrevistas realizadas al propio Milstein poco antes de fallecer, cuando sus experimentos relacionados con los sistemas de defensa empezaron a tomar un nuevo rumbo. Junto con el material de archivo oficial, a la vez, Milstein era un gran fanático de las filmaciones caseras en película de Super 8 mm, por lo tanto, las mismas aparecen dentro del film como línea temporal.
Sin hacer demasiado énfasis, también sirve para recordar el contexto socio político que vivía el país desde los años ’40 hasta los ’80. No se dejan de lado opiniones antiperonistas, el tema del exilio obligado por culpa del régimen militar, etc. Pero Fraile, no deja de lado a su protagonista y trata en un poco más de una hora explicar porque Milstein fue tan importante para la humanidad, exponiendo sus teorías y prácticas, fracasos y el camino al “éxito” gracias a sus experimentos y descubrimientos en Cambridge.
No hay que buscar demasiada profundidad en casa faceta que se cuenta de su vida, casi sirve de diario íntimo, donde si alguna vez hubo una arista oscura, es mejor que quede afuera. Aunque, el documental lo muestra como una persona tan alegre, esperanzadora, optimista y algo anarquista, que es dudoso que haya habido algún episodio malogrado de su vida que merezca difusión. Además, gracias a la banda sonora, el documental se contagia del tono humorístico de Milstein y no cae en sentimentalismo o lacrimogenia baratas.
Quizás al final, uno se queda con ganas de más. A pesar de ser un poco rudimentario, cumple con la función didáctica necesaria: dar a conocer a las nuevas generaciones quién fue y que hizo este científico argentino del que tenemos que sentirnos tanto o más orgullosos de lo que estamos ahora, por el “triunfo” de Campanella en Hollywood. Recordemos a los “otros” héroes de nuestra historia.