Héctor, un joven peón de campo, despierta en un territorio místico después de un accidente en el cual perdió a un niño. Para encontrarlo, ha de atravesar todo un pantano en el cual va encontrando diferentes entidades que lo confunden con el héroe popular Antonio Gauchito Gil, a quien debe terminar encarnando.
Sobre el exceso de películas irrelevantes dedicadas a la figura del Gauchito Gil no diremos nada, porque cada uno hace la película que quiere. Pero sobre los resultados muy pobres de este nuevo relato sí hay que mencionar que falla de punta a punta. Ni el clima onírico ni las imágenes por momentos experimentales consiguen darle a la historia un instante de interés.