Los gigantes Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin se reúnen en esta veloz comedia, remake del film homónimo de 1979, para interpretar a un grupo de amigotes de la tercera edad que, cansados de la farsa del sistema monetario, deciden ir con tutti y asaltar al banco que los estafó de la forma mas sucia existente… la justificada legalmente. “Las remakes nunca son buenas“, suele decir la gente, y qué equivocados que están. Claro que cuando me toca hacer una review de una remake, reboot, reinvención o cualquier cosa que esté salida de una idea ya existente, intento referenciar al material para familiarizar al público. Pero lo que jamás me van a ver hacer es comparar lo nuevo con lo viejo, ya que las remakes existen desde el origen del teatro, por lo que siempre me voy a enfocar en el material en cuestión, en este caso esta inteligente nueva versión que cuenta con punto de vista más inteligente que el de la versión original. Ojalá esto les sirva como reflexión antes de saltarle al cuello a una nueva versión de un film…
Zach Braff dirige esta peli con la suavidad que una historia de éste tipo se merece, ya que nos estamos enfocando en hombres que se encuentran en una situación que contrasta genial con su era dorada. La comedia que baraja el guionista Theodore Melphi es rápida y no necesita abusarse de chistes inteligentes y complejos todo el tiempo; el mensaje anti-sistema de la historia es conciso y no necesita complicarse la vida. El humor que la película maneja es genial, tiene un ritmo que se aplica perfectamente a un cast secundario integrado por grosos como la joven Joey King, Matt Dillon, Ann-Margaret y un Christopher Lloyd que va a sacarles varias risas como el senil Milton.
Con respecto al trío protagonista, los tres están mas que bien. A pesar de que Michael Caine no sea un actor que varíe mucho su forma de actuar, es admirable la capacidad que tiene de nunca aburrir a los que seguimos sus películas. Con Morgan Freeman pasa algo similar, a pesar de ser un poco (y sólo un poco) más versátil que el actor británico, el tipo siempre logra comprarnos con sus expresiones y el tono poderoso que le pone a sus personajes. De lo que no tengo duda es que el mejor fue Arkin con su malhumorado Willie, el cual tiene un pasado como músico que lo lleva a unas situaciones hilarantes junto a su interés amoroso interpretado por Ann-Margaret.
Definitivamente no estamos ante la pieza más espléndida de la historia del séptimo arte, pero el mensaje que la película intenta transmitir no necesita de personajes súper desarrollados y de historias complejas y psicológicas para atraparnos. Lo importante de éste tipo de proyectos es que haya sentimientos en las líneas y situaciones graciosas entrelazadas con personajes que colaboren para sacarle al público bastantes risas.
Otro punto positivo es que me interesaron mucho los personajes, yo esto es algo que tengo demasiado en cuenta cuando veo una película. Uno busca que estos ancianos triunfen ante el corrupto sistema económico, y a pesar de que la motivación de éstos roce la sociopatía, queremos ver que su objetivo se lleve a cabo. ¿Por qué es esto? Bueno, pienso que es porque la historia se toma su tiempo presentando a los protagonistas, uno se encariña con ellos (o con los actores, no lo sé… prefiero pensar que con los personajes) de una forma tan ferviente que los apoyamos hasta el final.
Como puntos negativos les cuento que la secuencia del asalto pudo haber tenido mucho más humor. Los montajes están muy bien hechos, pero la banda sonora no los hace tan cool como otros aspectos de la película. Aléjense un rato de los blockbusters y vayan a ver Un Golpe con Estilo (Going in Style), ya que se encontrarán con una comedia simpática, emotiva y con una gran dosis de rítmicos momentos de tensión aplicados a un clímax que los va a tener aferrados al asiento. Como dato curioso, podrán notar que el banco que deciden asaltar nuestros queridos jubilados es el mismo que asaltó El Joker del gran Heath Ledger en la inmortal Batman: el Caballero de la Noche (The Dark Knight, 2008)… Por último: no lleguen tarde al cine o van a pensar que Alfred y Fox cayeron en la delincuencia.