Jubilados en acción
La comedia dirigida por el ac5tor y director Zach Braff (Garden State; Wish I Was Here), es un remake del film homónimo de 1979 y cuenta con el protagonismo de tres leyendas del cine: Morgan Freeman, Michael Caine y Alan Arkin. Estos actores icónicos se ponen en la piel de Willie, Joe y Albert, amigos y compañeros de trabajo, que luego de décadas de sacrificio se enteran que el sistema les ha quitado los fondos de sus pensiones. Juntos planearán el robo de su banco para recuperar los ahorros de toda una vida.
En sus primeras dos películas podemos notar el característico estilo indie con el que Zach Braff decidió adentrarse en la llamada “Nueva Comedia Americana”. De hecho, se ha comparado mucho a su tragicomedia familiar Wish I Was Here (2014) con la aclamada Pequeña Miss Sunshine, que significó una buena bocanada de aire fresco para el género allá por 2006. En el caso de Un Golpe con Estilo, el director se mete de lleno en el desafío de una superproducción que, lejos de sacarle provecho, lo termina abrumando y llevando a un modelo clásico de comedia que poco se condice con sus anteriores trabajos.
Más allá de las decenas de veces que hemos visto en pantalla el relato de los tiernos abuelos adentrándose en aventuras alocadas, la película no presenta ningún aspecto innovador o llamativo. De hecho, hay varios chistes fáciles y situaciones empalagosas que atrasan por lo menos 20 años. Lo interesante radica únicamente en ver a la triada de veteranos actores ganadores del Oscar haciendo de las suyas. Y hay que reconocer que, a pesar de la mediocridad del guión, son ellos con su simpatía quienes alimentan esos 96 minutos de cinta.
La película posee, además, dos actores secundarios de lujo como Christopher Lloyd, quien encarna a un desopilante anciano con demencia senil, y la actriz y cantante Ann-Margret, que interpreta a una mujer enamorada del personaje de Arkin. En un papel menor pero no por ello menos destacable, se encuentra también la joven Joey King (El Conjuro), que había tenido una excelente labor en la cinta anterior de Braff y que aquí personifica a la nieta adolescente de Caine.
En resumen, Un golpe con estilo no es para nada una comedia impresionante y memorable que dentro de unos años la vayamos a encontrar en algún ranking de las mejores películas. Sin embargo, logra su cometido al resultar entretenida y sacarle algunas sonrisas al espectador promedio. También cabe resaltar el propósito del director de llevar a aquellos legendarios actores al protagonismo compartido de una película cuando hace ya varios años que parecen haber quedado relegados a pequeñas participaciones dentro del cine yanqui.