El país de los sueños
JB (Jon Hamm) es un representante de deportistas que está al horno con fritas. Una súper corporación le choreo su mejor cliente y ahora se encuentra a punto de cerrar su emprendimiento. En un momento de inspiración se le ocurre la idea de organizar un concurso en la India para conseguir dos jóvenes aspirantes a jugadores de béisbol profesional.
El problema es que en el país asiático el béisbol es casi desconocido, allá se juega un deporte algo parecido llamado cricket. Hay que tirar una pelota y golpearla con un palo, pero las reglas y los lanzamientos son bastante distintos. La misión de JB es encontrar dos muchachos que lancen rápido y que acepten viajar a Estados Unidos para tener su prueba y poder convertirse en un jugador de las ligas mayores a cambio de un millón de dólares. La idiosincrasia, la diferencia en las culturas, la presión, el abandono y la poca bola de JB, el distanciamiento de sus familias y demás cuestiones serán los condicionantes que tendrán los jóvenes ganadores para ganar el concurso.
La trama de Un Golpe de Talento (basada en una historia real) sería como si Jerry Maguire perdiera al crack de Rod Tidwell y para evitar la quiebra de su empresa tuviese la idea de organizar un reality show y cuya máxima su esperanza fuesen dos Older Jamal cualquieras que pueden lanzar rápido una pelota de cuero. ¿Y qué tienen que ver la opera cumbre de Cameron Crowe y la película de Danny Boyle protagonizada por Dev Patel con esta de la factoría Disney? Es qué Un Golpe de Talento podría conformarse de la ecuación de Jerry Maguire – Fútbol Americano + Beisbol + Slumdog Millionaire. Posee la redención de un manager, la épica del film deportivo y el premio a modo de rescate de una realidad adversa.
Jon Hamm pone la piel a JB y cumple con esa cuota de cinismo, estirpe y carisma que tiene que tener un agente deportivo para resultar querible y despreciable a la vez. La traslación de “business man” y solterón a hombre comprometido y “familiero” es llevado con total solvencia por el actor de la serie televisiva Mad Men. Un cascarrabias Alan Arkin, un sutil Bill Paxton y una radiante Lake Bell componen el elenco secundario que arropa y acompaña a Hamm y los pibes de la India en su travesía.
Un Golpe de Talento resulta un entretenimiento sencillo y franco.
Craig Gillespie (Noche de Miedo, Lars y la Chica Real) dirige con absoluto convencimiento una película que transita todos los lugares comunes de los films deportivos pero lo hace desde una sinceridad y compromiso que hace de Un Golpe de Talento un entretenimiento sencillo y franco. En sus más de dos horas no posee una sorpresa y uno puede adivinar sin mucho esfuerzo la secuencia siguiente sin problemas. Pero como la película en ningún momento busca trascender más allá de la diversión pasatista podemos aceptarla y transitar junto a ella el alegre camino de dos jóvenes hindúes que buscan triunfar en el campo de los sueños o mejor dicho en “el país de los sueños”.