Siempre es bienvenida la oportunidad de asomarse a la cinematografía de países diferentes al propio y a los productos del mainstream que estamos acostumbrados a consumir. En este caso, "Un Hombre Llamado Ove", llega desde Suecia, país desde el que hizo escuela Ingmar Bergman, siempre preocupado por la condición humana, como es el caso de la historia del personaje central de esta deliciosa y a la vez ácida en su humor comedia sobre la vida.
Puede decirse que aunque estemos hablando de una cultura lejana en cuanto a idioma, clima, geografía, si la comparamos con Buenos Aires, podríamos sentirnos a millones de kilómetros; luego, si nos paramos en los zapatos de Ove y sus vecinos, esa distancia casi no se distingue.
Qué hace de esta peli, que ya tiene 2 años circulando y fue nominada como mejor película extranjera para el Oscar, una historia que uno no quiere que termine: es que a este señor, al que lo jubila la tecnología y que vive en un condominio al que llegan forasteros de costumbres exóticas como invitar a comer a extraños que recién conocen, nos lo podríamos encontrar en cualquier vereda, como vecino o como pariente.
Es un viejo gruñón que se ciñe a las reglas y quiere que todos las cumplan y esto tiene un por qué que lo va a ir explicando en flashbacks cada vez que Ove quiera alejarse de este mundo para encontrarse con su esposa en el más allá.
Es la persona a la que más amó y que parecía estar siempre al servicio de los otros, y ella se enamora también a primera vista de Ove cuando lo encuentra durmiendo en un tren.
Ove no puede olvidarla y visita todos los días la tumba de Sonja prometiéndole que pronto estará con ella; sin embargo una serie de sucesos, que le harán poner en orden su vida, sus amistades y sus rivalidades tontas (no aprecia a nadie que no maneje un Saab) y hasta adoptar una mascota y ser adoptado por una vecina iraní que lo cuidará y hasta lo hará reir.
Parece como si la vida se hubiera ensañado con este hombre que a mayor dolor más se refugia en las reglas y en la soledad de sus recuerdos.
Es una comedia con toques dramáticos y un humor negro que es bien nórdico. El director y responsable de la adaptación de la novela de Fredrik Backman es Hannes Holm (como curiosidad dirigió un documental sobre la historia de ABBA), quien ya dijimos llevó a esta película a 2 nominaciones al premio más codiciado de la industria cinematográfica occidental. El gigante que interpreta al Ove mayor fue excelentemente caracterizado como anciano y es, Rolf Lassgard, que es una cara conocida en el cine sueco.
Resumiendo, una peli para disfrutar de principio a fin, que nos ayuda a ponernos en los zapatos de nuestros mayores y acompañarlos, aunque a veces no se dejen, a vivir en plenitud, cada momento y no quedarse en recuerdos. Enseña que todavía tienen mucho por dar.