El riesgo de la fama 2.0
Vee Delminico (Emma Roberts), una joven estudiante tímida abocada a la rutina y las reglas, decide adentrarse a Nerve (2016), un juego interactivo en el cual cada persona deberá elegir si ser jugador u observador: cada reto que supere el primero -propuesto por los observadores- tendrá como premio una suma de dinero que se irá acrecentando en la superación de distintos niveles. En la vorágine de estas pruebas online conoce a Ian (Dave Franco) y juntos seguirán un camino peligroso, siniestro y sin vuelta a atrás.
Nerve, adaptación de la novela homónima de Jeanne Ryan, es una película que se nutre de la adrenalina de sus protagonistas como también del clamor anónimo de miles de usuarios en la red. Se entiende de donde proviene la estética de Nerve si reconocemos a la dupla de dirección compuesta por Henry Joost y Ariel Schulman, quienes estuvieron detrás del fenómeno CatFish para MTV, un programa que tenía como objetivo develar las falsas identidades o doble vidas de parejas en internet.
Bajo una deslumbrante ciudad de Nueva York como el gran plató, una música pegadiza estimulada por beats y ritmos tecnos y una fotografía contundente relacionado a los colores, marcos y luces, Nerve contempla el ecosistema ideal para el desarrollo de esta nueva generación 2.0 que siente la necesidad de exponerse y ser popular, como también aquella que se oculta bajo seudónimos sacando su lado más perverso y obsceno.
Nerve_dareyou_Trailer
Vertiginosa, estimulante y decidida, Nerve no pide permiso para sumar al espectador como otro cómplice a la red de usuarios que aclaman las audacias y proezas de sus jugadores, a pesar de que cada vez sean más peligrosas y hasta mortales. Nerve juega y expone los peligros de la nueva era digital, en la cual todos nuestros datos están en línea a la vista y alcance de todos. También plantea un debate moral sobre hasta qué punto los internautas están dispuestos a llegar para alcanzar una fama instantánea.
La química entre Emma Roberts (American Horror Story/2011) y Dave Franco (Now you see me 2 /2016) trasciende la pantalla formando un buen equipo bajo una buena actuación pero sin demasiados sobresaltos. Un buen montaje además de una manera certera y fidedigna de llevar al plano más real la interacción constante y permanente que gran parte de las personas y más aún los adolescentes-adultos conllevan con las redes sociales.
Un guión sin demasiadas preguntas y por pocas respuestas por responder, que sigue los carriles directos y de forma certera que marca cada etapa por superar. En su final -que realmente no alcanzó a ser de mayor clima en el film- bajo un escenario ideal, no fue del todo eficaz el desenlace, tornándolo muy simple o fácil para lo que se venía viendo. Nerve cuenta con grandes ideas que, en gran parte, se quedan en el camino y no se desarrollan de la mejor forma, de igual forma en que se realizan planteos entre los protagonistas sin sentido y carentes de empatía. Uno de ellos, tal vez de los más importante que ocurre en el momento culmine del film, no conmueve ni entusiasma ni tampoco se entiende la necesidad de hacerlo, ya que deja en ridículo al protagonista.
A pesar de estos fallos, Nerve es una película que entretiene con grandes ideas, además de que no deja respirar al espectador casi en ningún momento del film.
Por Alan Schenone