Un ladrón con estilo representa la despedida como actor de uno de los artistas más relevantes que tuvo la industria de Hollwood en las últimas cinco décadas.
Robert Redford no sólo es una figura importante por todas las películas memorables que protagonizó y dirigió en el pasado (ver nota), sino que además fue uno de los principales promotores del cine independiente en los Estados Unidos.
Esta es la última vez que podremos disfrutarlo como actor en una propuesta basada en una curiosa historia real.
La trama de este film está inspirada en la vida de Forrest Tucker, un delincuente que logró escaparse de prisión 18 veces y se convirtió en millonario gracias a los numerosos bancos que robó sin ejercer ningún acto de violencia.
Un claro discípulo de la vieja escuela de John Dillinger, quien junto a sus socios concebía operativos que desconcertaban a la policía.
Un aspecto insólito del caso Tucker, que está muy bien trabajado en este film, es que los robos no estaban motivados por una necesidad económica o de codicia, sino por la adrenalina que le generaba al ladrón el hecho de cometer un delito y burlarse de las autoridades.
En otras palabras, Tucker era adicto a los robos de bancos.
La dirección del film corrió por cuenta de David Lowery, quien había trabajado con Redford en la remake de Mi amigo el dragón de Disney.
En este caso narra la historia del célebre delincuente a través de una biografía con tintes policiales que evoca la clase de producciones que protagonizó Redford en la mejor época de su filmografía, que tuvo lugar entre finales de los años ´60 y comienzos de la década de 1990.
La película fue concebida claramente para el lucimiento del actor, pese a que está rodeado de grandes figuras en roles secundarios, como Danny Glover, Tom Waits (a quien me hubiera gustado ver en más escenas con el personaje que encarna) y Sissie Spacek, con quien compone una muy buena dupla.
No obstante, la figura más destacada después del protagonista resulta Cassie Affleck, quien interpreta un personaje muy interesante. Un policía hastiado por la rutina de su trabajo que vuelve a encontrar una motivación en su vida con el caso Tucker que resulta más complicado de lo esperado.
La presencia y carisma de Redford conforman la principal atracción de esta propuesta donde el artista se despide con un gran trabajo.
Un ladrón con estilo es una gran recomendación para disfrutarlo por última vez en la sala del cine e integra a partir de este jueves uno de los mejores estrenos de la cartelera.