Todo gira en torno a un ladrón de bancos que en 1981 logró escapar varias veces de prisión (desde 1936 se escapaba de prisión demostrando gran habilidad), Forrest Tucker (Robert Redford a sus 82 años) es muy profesional, agradable, atento, fino, tiene estilo y sus robos los lleva a cabo con una sonrisa, sin herir a nadie y con elegancia, otros de los ladrones que lo acompañan son Teddy (Danny Glover) y Waller (Tom Waits).
También tiene su toque romántico, como cuando Tucker conoce el amor de Jewel (Sissy Spacek, Carrie), desconociendo quien es en realidad. Ellos juntos logran tener buena química y carisma. Quien lo persigue es John Hunt, (interpretado por Casey Affleck que ya trabajó con este director David Lowery en “A Ghost Story”, 2017), un policía casado y padre de dos hijos que le tiene gran respeto y todo se va transformando como un juego entre el gato y ratón.
El film cuenta una historia sencilla, cuenta con una buena ambientación, mostrando que cada uno puede ser feliz a su manera, resulta tierna, con toques de buen humor, con una narración que tiene cierto tono agridulce, incluye imágenes de otras películas haciendo un auto homenaje al mismo Redford de los años 60, (alguna lagrimita tal vez se te escape) es entretenida y tiene ese plus especial de estar basada en hechos reales.