Basada en una novela del afamado escritor del género romántico Nicholas Sparks, el film centra su historia en un idílico pueblo costero de Carolina del Norte, al que llega una atractiva mujer, Katie, decidida a empezar una nueva vida y arrojar por la borda todo su pasado. Allí conocerá a Alex, un padre viudo y con dos hijos pequeños con quien iniciará una intensa amistad y le permitirá cumplir su objetivo.
Con un comienzo que sirve para introducir el único atisbo de misterio que propondrá el film a lo largo del relato, incluso a mi parecer, el único motivo por la cual el espectador llegue a tolerar casi hasta el final esta previsible historia romántica que alberga todos los ingredientes habituales del género, Un lugar para refugiarse intenta despistar al espectador con una escena inicial que coquetea con el thriller para abandonarlo rápidamente.
Luego, solo asistiremos a la clásica formula “Chico conoce chica, se enamoran, algo los distancia pero finalmente se dan cuenta que su destino es estar juntos”, aderezados con "mujer que trata de dejar atrás un misterioso y oscuro pasado, padre viudo de buen corazón con duelo no resuelto y un tenaz detective que recuerda constantemente a la protagonista que el pasado puede encontrarla".
Lasse Hallström, quien dirigió buenas películas como La gran estafa o Siempre a tu lado (Hachiko) cuida con decoro los aspectos técnicos, pero erra su camino en ésta oportunidad al confiar solo en la belleza paisajística, la ambientación y actores bonitos que no logran transmitirnos nada para contarnos una historia recreada hasta el hartazgo.
No basta una casa aislada en el bosque con alguna que otra subjetiva de alguien merodeándola, ni unos flashback que a manera de ayuda memoria vuelven más previsible la historia, para intentar adentrarse en el thriller. Tampoco con la acumulación de personajes arquetípicos y poco elaborados que acumulan todos los tópicos de las novelas rosas.
Solo hasta respondernos ¿por qué la protagonista huye desesperadamente a ninguna parte hostigada por la policía?, es que mantenemos el interés en un film que sobre el tramo final introduce un elemento tan disparatado como inverosímil que aniquila cualquier atisbo de credibilidad, velando por un Happy End que contente hasta los espíritus.