Alcohólicos y Anónimos.
Cuando uno se siente identificado con una historia, lo más probable es que la viva de manera muy diferente que quien no la sintió así. No importa si esa historia sale de una canción, de una novela o de una película, lo importante es lo que te significa. Justamente ese detalle es el fuerte de este film, que si bien no se destaca en su originalidad, tiene ciertos condimentos que lo convierten en un plan digno para un domingo a la tarde. Lo que sí te aclaro de antemano, es que se trata de un compendio de tristes realidades que tranquilamente te puede tocar vivir.
Katie (Julianne Hough) es una fugitiva escapando de un terrible pasado. En ese escape, llega a un lugar más que tranquilo de Carolina del Norte, en donde descubrirá un hogar de ensueño. Su nuevo lugar en el mundo incluye, no sólo casa a estrenar en el medio del pacífico bosque, sino también a un hombre viudo, sus adorables hijos y a una amiga muy especial. Juntos reconstruirán la vida de Katie, y a pesar de que ella tiene ya sus días ocupados trabajando como camarera en un restaurante del muelle, los fantasmas de su pasado la perseguirán hasta el último rincón colmado de gaviotas. Sin escrúpulos, el miedo invade a la joven día a día y noche a noche, mientras nosotros tratamos de descubrir por qué debió escapar de su antigua casa en Boston y llegar hasta este
En el camino de la película, sabemos que hay un tal Tierny; oficial que la persigue cual sabueso por cada ciudad. Aparentemente, Katie es culpable de homicidio, pero cuesta dilucidar por qué.
Un Lugar Para Refugiarse (Safe Haven, 2013) es un drama romántico con actuaciones aceptables y momentos emotivos. Basada en una de las tantas novelas del exitoso escritor estadounidense Nicholas Sparks, seguramente tenga mucho más color leer la historia directamente desde sus páginas originales. Lo que más destaco de la película, es que mantiene (aunque con algunas fallas) una suerte de suspenso y necesidad de alivio desde el comienzo, causados por el despliegue actoral del malo (David Lyons).
Con el fin de que nadie me malinterprete, cuando al principio hablé de sentirse identificado, no hablaba de que soy una fugitiva de la ley, sino de que el film tiene un tinte espiritual que le sienta muy bien. Personalmente me gusta que las historias tengan un trasfondo de ese tipo, como sucede en Un lugar para refugiarse.
No se compara con la historia de Diario de una Pasión (The Notebook, 2004), ya que ni siquiera alcanza ese nivel en las actuaciones o el despliegue escenográfico, pero lo cierto es que todo aquél romanticón que disfrute de los amoríos de este novelista, de seguro va a encontrar algo para disfrutar del film.
Me pasó que en la sala de cine escuché a algunos quejarse del final, pero mi opinión es que su redundancia no hace más que acentuarlo, por si acaso alguien no nota el detalle importante en cuestión y se queda sin una linda pieza suvenir, cortesía del autor. En fin, nada grave; no me molestó.
¿Pasa lo que esperamos? Sí. Tampoco es un relato tan complejo. ¿Cumple con su cometido? Yo creo que también. Animate vos ahora a verla y descubrí por tus propios medios por qué dije todo lo anterior. Y por las dudas, escondete bien, a ver si todavía ligás al ‘Boston PD’. Por último: reflexiono que definitivamente, Sparks tiene algo con los paseos en canoa por lagunas desoladas.