Éste es el octavo film basado en una novela del escritor norteamericano Nicholas Sparks en llegar a la pantalla grande. Y probablemente sea el que menos entusiasmo logre generar en el espectador interesado en el drama romántico, un público que suele tolerar tramas poco originales, pasajes melosos y resoluciones con giros sorprendentes que no sorprenden a nadie, pero que no perdona que la pareja en el centro del relato no funcione. Una alquimia que ni los mejores directores y guionistas pueden garantizar, pero si deberían colaborar en intentar construir. Pero aquí ni el experimentado Lasse Hallström ( Chocolate , Un amor imposible ) consigue que la pesada pluma de Sparks se transforme en una película interesante. Algo que después de ocho intentos sólo logró el irregular director Nick Cassavetes con Diario de una pasión , mucho más que un festival de llanto -que también lo es-, gracias a las conmovedoras actuaciones de los veteranos Gena Rowlands, James Garner y los por entonces novatos (la película es de 2004) Ryan Gosling y Rachel McAdams. Lamentablemente, nada de aquel corazón y esos carismas aparece en Un lugar para refugiarse, que cumple con los requisitos de la "fórmula Sparks" y no mucho más. A saber: en el centro del relato hay un misterio que lleva a una bella joven a escapar de su lugar y terminar en una pintoresca aldea costera donde conocerá a un tierno e igualmente bello viudo que lucha por superar su duelo y ayudar a sus pequeños hijos a hacer lo mismo. Tarde o temprano, estos corazones en conflicto se reunirán aunque más no sea porque son las personas más hermosas en miles de kilómetros a la redonda y eventualmente la tragedia de ella se desplegará en un supuesto giro inesperado sobre otro giro con ambiciones de dejar al público con la boca abierta y no precisamente por el mareo de tanta forzada marcha y contramarcha del relato.
Los protagonistas no aportan más que su fotogenia, aunque en el caso de Josh Duhamel, como el joven viudo, al menos intenta superar los límites del galán romántico para construir un personaje con un poco más de aristas..