En la brillante "No respires" un psicópata ciego perseguía a un grupo de delincuentes que tenían que permanecer en silencio si querían seguir viviendo. Ahora, esta muy tensa "Un lugar de silencio" expande una fórmula similar hacia terrenos aún más fantásticos. Es que en un futuro muy próximo el mundo ha sido invadido por horribles criaturas ciegas que casi han aniquilado a la humanidad. Estos monstruos se alertan ante el menor sonido, y quien diga una palabra o haga algún ruido accidentalmente será liquidado en un tris.
El relato se centra en los intentos por sobrevivir de la familia de John Krasinsky y Emily Blunt, que por tener una hija sorda se manejan con lenguaje de señas, detalle que logró que a diferencia de sus difuntos vecinos, hayan podido mantenerse vivos intentando sobrellevar una existencia absolutamente silenciosa. Krasinski, además de protagonista es el director de esta aterradora película que ningún fan del genero debería perderse, más allá de que de sus toques excesivamente dramáticos y su obvio mensaje sobre los problemas que sufre la libertad de expresión en el mundo actual no logran que sea tan dinámica y vertiginosa como la citada "No respires". El detalle de que el matrimonio en la ficción sea una pareja real fuera del set ayuda a que las actuaciones alcancen un altísimo nivel, lo que también se aplica a la brillante Millicent Simmonds como su hija mayor. Y con garras que recuerdan a los marcianos de "La guerra de los mundos" los temibles monstruos de este sólido film de terror son el tipo de bicho que con cada aparición harán que el espectador salte del susto.