Esta no es una película sobre Freud, eso hay que aclararlo de entrada. Él es un personaje, importante pero secundario; si bien lo central, el hilo conductor del conflicto sean sus estudios sobre las enfermedades y su método psicoanalítico.
La peli no ha gustado mucho y ha decir verdad, entiendo el porqué. Muchos querían más Freud, yo también. Pero a mi me gustó. Otro punto que no ayuda son los grandes diálogos técnicos. Aquel que no haya leído sobre psicología, encontrara que la peli no tiene ni pies ni cabeza, porque la mitad de los términos no se entienden, no son términos comunes. Y conllevan una explicación para entender qué hay detrás de esas palabras, pero la peli no da definiciones y eso la aleja del público.
No todo el mundo ha leído las teorías de Freud, y de hecho, no tienen porqué hacerlo. Y que esas lecturas estén dadas por hechas en el filme para mi es un error. Claro esta, que explicar de más, hubiera sido también un error de guión, algo injustificado dentro de la trama si es que no se logra hacer con cautela. Pero si consideramos que la historia daba para juntarlos a los médicos, y dar esas explicaciones en el transcurso mismo de sus investigaciones de una forma más clara, entonces, efectivamente, no supieron exprimir del todo el contenido.
Lo malo de esto es que la peli, que es bastante acertada en lo que cuenta y muestra, termina quedando como la historia de un amorío algo raro, con un Freud de testigo y no mucho más. Y sin embargo es mucho más que eso.
Primeramente por que muestra de forma inteligente pero sutil, cuál era el peligro de ese método que en esos momentos estaba recién comenzando a utilizarse. El curar por la palabra no es magia, pero lo cierto es que hay que centrarse que no es lo mismo un psicólogo de esta época (aunque caer en manos de un mal psicólogo es igual de peligroso en cualquier época), que uno de aquella, porque es justamente en esos momentos, cuando todo empezaba y los psicólogos usaban sus propias vivencias y sueños para estudiar la mente, por lo que eran también pacientes. Pero esa línea que diferencia al profesional, del paciente; se sabe hoy, debe estar bien marcada y conlleva romperla, muchos problemas (no solo legales o morales, sino psicológicos). Es probable que esto no estuviera del todo definido en aquella época, o que los mismos médicos no supieran o no pudieran entender el grado de complejidad, o más acertado quizá a la realidad, no tuvieran las herramientas necesarias para lograr una distancia adecuada al tratamiento. Menos, si la paciente, como es el caso de la película, pretende ser psiquiatra.
Entonces, es a mi parecer en esta cuestión donde hay que centrarse para ver de qué va la película: en esa distancia que debería haber entre médico y paciente para resguardo de ambos. Y, sobre todo, que es lo que la peli no explica como debería, que en el mismo transcurso de una terapia psicoanalítica, se producen en la mente de médico y pacientes, diferentes estadios en relación al otro, que son típicos del proceso terapéutico pero que hay que saber mantener en su sitio.
Esa distancia, se ve bien retratada en Freud (Viggo Mortensen) ( al margen de su propia personalidad), por eso me parece que aún pareciendo demasiado frío su personaje, tiene su porque esa distancia (como cuando no se mete en el problema de la carta, con una respuesta más que justa; o cuando no le cuenta su sueño a su colega, manifestando sin embargo una gran honestidad y sinceridad al hacerlo, que su colega no supo apreciar).
Después tenemos la distancia de Jung (Fassbender), pero esta es una distancia más cruda, menos apasionada, pero más sádica. El hombre es un manipulador, al menos así me parece, que intenta someter a cuanto tiene alrededor, lo hace con su mujer (muy bien transmitido el miedo de ésta interpretada por Sarah Gadon), y lo hace con su paciente (no por amor, sino porque se han juntado dos enfermedades que unidas pueden desplegar lo que ellos sienten; habrá que preguntarle a un psicólogo si eso cura, o justamente, todo lo contrario).
Luego tenemos al personaje de la paciente (Keira Knightley), una mujer atormentada, claramente reprimida, con oscuros deseos por los que siente culpa y una gran presencia de creencia religiosa que la vuelve pecaminosa. A mi entender la actriz lo hace más que bien, es cierto si, que se la sale un poco la mandíbula, jajaja, pero yo encontré el personaje más que creíble, y sobre todo me gustó su evolución (véase que cuando ya esta mejor, por momentos sus facciones parecerían tensas sobretodo cuando algo la perturba, pero claro, sin tanta manifestación como en sus inicios).
Y ahora el gran actor de la peli, Vincent Cassel, también médico, que ha utilizado los estudios del psicoanálisis a su conveniencia. (todos lo han hecho en menor o mayor medida en la peli para justificar sus actos; de ahí la peligrosidad también del método) y que termina completamente loco pero con un gran grado de labia para convencer a los demás. Casi no aparece, esta en dos o tres escenas, pero su fuerza, importancia en lo que decide Jung, y su actuación, son sobresalientes.
Para terminar, destaco el recorte de la historia. Comienza en el mismo momento en que la paciente y Jung se conocen, y termina en su último contacto. Por qué es la historia de qué tan peligroso puede ser el método y para ello, toma un caso. Freud aparece dentro de ese marco, pero termina su relación con Jung antes de que la peli termine. Cabe destacar que retrata además lo difícil que era plantear teorías nuevas, que había que obrar con cautela (de ahí que Freud no quería incluir más cosas como si quería Jung).
Un buen retrato de la época, y de las situaciones que circulaban en el momento en el que el psicoanálisis estaba naciendo, con sus pros y sus contras.
Recomedada peli que hubiera estado mucho mejor si nos hubiera explicado qué demonios es la transferencia, la distancia entre pacientes, la neurosis, el delirio de grandeza, el sueño, o el mismísimo modo de funcionar del psicoanálisis.