Esta historia se encuentra bajo la dirección del canadiense David Cronenberg (Promesas del este, Una historia violenta, M. Butterfly), se encuentra basada en hechos reales, y son los inicios del psicoanálisis, en una historia de amor imposible entre el psiquiatra suizo Carl Jung (Michael Fassbender) y la bella paciente rusa, Sabina Spielrein (Keira Knightley), y la colaboración de Sigmund Freud (Viggo Mortensen).
Todo comienza en agosto de 1904 cuando Carl Gustav Jung (Michael Fassbender), recibe como paciente a una bella mujer rusa Sabina Spielrein (Keira Knightley), ella sufre de histeria severa, ahora este analista decide experimentar un tratamiento freudiano innovador.
Pero la relación entre Jung y Sabina pronto cruza los límites, médico-paciente, aunque él es un hombre casado con Emma Jung (Sarah Gadon ) y con hijos, no puede vencer la tentación, y vivir entre el psicoanálisis y la pasión. Ahí surge la intervención y hasta la derivación del médico vienés y controvertido psicólogo Sigmund Freud.
Es una historia bastante convencional, aunque se base en hechos reales, es interesante pero es muy teatral, (algo similar resultó el estreno del 8 de marzo con “Un Dios salvaje”), poco aprovechada la intervención de Otto Gross (Vincent Cassel), un psiquiatra, contiene escenas de sexo sado-masoquista entre Michael Fassbender y Keira Knightley, buena ambientación, banda sonora y fotografía de Peter Suschitzky; al final, antes de los créditos, sabemos que le sucedió a los personajes, pero lamentablemente para algunos espectadores su relato resultará soporífero.