Es una historia tras la mirada inocente de un niño (Lewis MacDougall, te da ternura), que está a punto de perder a su madre (una situación para nada fácil de afrontar a ninguna edad) e ingresa a un mundo fantástico, lleno de magia, combinando dos mundos, de esta forma se hace presente un monstruo (con la voz de Liam Neeson), que para escapar de la rutina lo ayudará a afrontar los miedos, la angustia y el espectador irá descubriendo ciertos misterios. Este drama nos lleva a enfrentar la enfermedad, la muerte y a reflexionar, es emocionante y algunos silencios se encuentran bien aprovechados. Un magnífico trabajo en los efectos especiales, montaje y una fotografía precisa (Oscar Faura). Incluyendo extraordinarias tomas aéreas, la magnífica banda sonora de Fernando Velázquez que la enriquece y un guión ingenioso. Cuenta con las destacadas actuaciones de: Sigourney Weaver (muy buen un personaje lleno de matices), Felicity Jones (la actuación de la actriz británica te emociona), Toby Kebbell (está bien escogido para el papel) y Geraldine Chaplin (le pone su encanto)