Un universo imaginado para reflejar temáticas contemporáneas
El film suma la crisis ambiental, la diversidad de género y las relaciones padre e hijo de generación a generación, en una misma historia de aventuras.
Disney sigue incorporando los temas de coyuntura en películas que parecen más una excusa para transmitir mensajes que historias en sí mismas. Lo hace desde una evidente corrección política. El lugar de la mujer, la orientación sexual y la relación del hombre con el medio ambiente; son temas tratados con una intención más de agenda que funcionales al relato.
Sin embargo, el film dirigido por Don Hall (codirector de Grandes héroes y Raya y el último dragón) y escrito por Qui Nguyen, se las ingenia para hacer una entretenida película con la presentación de personajes entrañables. Por un lado tenemos al abuelo, el legendario explorador Jaeger Clade (voz de Dennis Quaid), que parece sacado del popular género de montaña del cine mudo alemán. Historias de exploradores que con valentía y espíritu heroico atraviesan territorios desconocidos para conquistarlos: El hombre poseyendo la naturaleza. El hijo de Jaeger, Searcher (voz de Jake Gyllenhaal), no sigue sus pasos. Encuentra una extraña planta que produce energía para su pueblo y se convierte en granjero: El hombre extractivista.
El hijo del granjero y nieto del explorador es Ethan (voz de Jaboukie Young-White), un adolescente introvertido al que le gustan los chicos, que tiene una mirada diferente acerca de la relación entre el hombre y la naturaleza. Una convivencia armoniosa con el ecosistema. Sólo él y su visión serán claves cuando se embarque junto a su familia en un mundo desconocido para evitar que una misteriosa plaga consuma a las plantaciones de su padre.
Un mundo extraño (Strange World, 2022) rememora el clásico cine de aventuras, con escenas de persecuciones y peculiares personajes surgidos de ese universo de fantasía. Se destacan Splat, una criatura azul gelatinosa, y Legend, el perro sin una pierna de la familia Clade, como los ayudantes del protagonista que también traen los momentos de humor al relato.
De esta forma elabora su parábola ambiental con ritmo, coloridos escenarios, y unos cuantos personajes adorables, para contar la misma historia de siempre: la necesidad de la unión familiar como núcleo fundamental de la sociedad moderna.