Esta podría ser una comedia simpática y divertida sobre una mujer judía que busca casarse con cualquier hombre a toda costa para llenar su vacío existencial. El problema es que en esta comedia israelí hay sólo clichés del propio género y también sobre el judaísmo. Pese a que la protagonista tiene su carisma, en este film de Rama Burshtein abunda lo previsible y lo ya visto, a un punto que por momentos el espectador podría preguntarse por qué la película no se mete con la farsa y se ríe de sí misma, acaso la única manera de salvar una trama que Hollywood ya nos hizo ver muchas veces, incluso con vuelo, como en el emblemático humor judío del genio de Woody Allen.