El prolífico subgénero de dramas sobre personajes con “características especiales” (el entrecomillado es propio de estos tiempos de dictadura de la corrección política) ha dado más desatinos que hallazgos. Sin ser nada del otro mundo, Un nuevo camino al menos gambetea con destreza los peores lugares comunes y golpes bajos que abundan en este campo minado del cine hollywoodense y lleva a buen puerto una historia que evita el tono aleccionador y el espíritu manipulador.
Dakota Fanning interpreta a Wendy, una joven con un importante grado de autismo que lleva una vida medianamente normal apelando a una rígida y obsesiva rutina (un encadenamiento de actividades que incluye acciones y prohibiciones varias) con un trabajo no muy exigente, la activa supervisión de una querible psicóloga (la gran Toni Collette) y una relación no muy cercana con su hermana Audrey (Alice Eve), muy concentrada en su propia dinámica familiar. La gran pasón de Wendy es Star Trek y su principal proyecto pasa por escribir y entregar un guión para un concurso ligado a ese antigua y popular franquicia.
Ben Lewin apuesta más al humor que a la comedia y -aunque todo en el guión de Michael Golamco pare servido para desbordes melodramáticos y ciertos picos de sadismo (sobre todo cuando Wendy se escapa de San Francisco hacia Los Angeles)- el relato se sigue con bastante interés (el tono es atractivo), aunque por momentos uno agradece más lo que el film evita que lo que muestra. Entre lo mejor que sí muestra está una breve pero notable aparición de Patton Oswalt que no conviene adelantar para que se disfrute en toda su dimensión.