Largo viaje y prosperidad.
Ben Lewin (The Sessions) dirige esta peculiar comedia en la que Dakota Fanning interpreta a una joven autista que recorrerá medio estado de California en busca de cumplir un sueño muy particular. El elenco lo completan Toni Collette (Un Gran Chico, Sexto Sentido) y Alice Eve (Star Trek, Hombres de Negro 3).
Wendy (Fanning) nació con un principio de autismo y desde entonces su vida ha sido una lucha constante contra su condición. El inicio de la película la encuentra, a la edad de 21 años, en el centro especializado en enfermedades psicológicas dirigido por la simpática Scottie (Collette). Una rutina construida con extrema solidez, ejercicios realizados a rajatabla y la práctica de la escritura como hobby han hecho progresos fantásticos en Wendy, por lo que la inminente visita de su hermana Audrey (Eve) probablemente pueda terminar como la joven espera: con la promesa de abandonar el centro dirigido por Scottie, no porque no le guste sino porque finalmente desea vivir una vida normal con su única familia, lejos de tratamientos y sesiones de diván.
Con excelentes trabajos actorales de Dakota Fanning y Toni Collette, la película rápidamente logra captar la atención del espectador en base a sus personajes. Un chequeo de rutina por parte de Scottie nos permite conocer todos los pormenores de la vida de Wendy mientras esta contesta sistemáticamente a todas las preguntas de su psicóloga en relación a sus actividades diarias, desde recordar hacer la cama después de levantarse hasta cepillarse los dientes antes de irse a dormir. Eso, sumado a la peculiar manera que Wendy tiene de expresarse, con frases cortas, evitando el contacto visual y haciendo curiosos comentarios fuera de contexto, es una enorme cantidad de información (muy necesaria para lo que va a venir) a la que accedemos rápidamente gracias a una narrativa ágil, divertida y muy natural. Las cosas se complicarán cuando Audrey haga su visita.
Todo va bien mientras Wendy le cuenta a su hermana sobre sus progresos en el campo de la escritura. De hecho, acaba de terminar un guion de más de 400 páginas sobre Star Trek como parte de un concurso lanzado por la propia Paramount Pictures para fanáticos de la saga en el que el ganador no solo accederá a un premio de 100.000 dólares sino que verá cómo su idea de papel es llevada a la gran pantalla. Pero esas mejoras en la vida de Wendy no serán suficientes para poder cumplir su verdadero sueño de tener una familia. Resulta que Audrey fue madre recientemente y considera que todavía no está lista para recibir en su casa a Wendy, cosa que provoca un brote bastante violento en esta última cuando se entera.
A partir de su temática, la obra de Ben Lewin también acierta a la hora de tratar un tema tan delicado como el autismo ya que lo aborda con esa enorme naturalidad que caracteriza al personaje de Wendy, encontrando los momentos para mostrar las características de un paciente con esta condición a la vez que lentamente lo conduce hacia ese mensaje ya más universal que la película va a plantear. Porque una vez terminada la traumática charla con su hermana, Wendy descubre que esperó demasiado tiempo para enviar su guion a Paramount Pictures con el fin de contar con el visto bueno de Audrey antes de presentarlo. Inicia así la segunda parte de este relato en la que, con ciertas características de road movie, acompañaremos a la protagonista en un clandestino viaje desde Oakland a Los Ángeles con el fin de ganarle a los tiempos del correo y entregar su guion en persona.
Simple, pero a su vez comprometida con temáticas adolescentes muy bien tratadas, Un Nuevo Camino hace que nos enamoremos de su Wendy prácticamente desde el primer fotograma y no le soltemos la mano mientras emprende un viaje con obstáculos a superar que van mucho más allá de los kilómetros recorridos.