Stephanie (Anna Kendrick) es una madre viuda que vive con su pequeño hijo y en su tiempo libre realiza un video blog sobre maternidad. Emily (Blake Lively) es una elegante mujer y empresaria dedicada a la moda. Ambas comienzan una cercana amistad, hasta que un día Emily le pide a Stephanie un simple favor, retirar a su hijo del jardín. Todo marcha normal, pero Emily jamás vuelve a aparecer, lo que llevará a su amiga a investigarla, encontrándose con un pasado oscuro y otros tantos misterios que envuelven a su “mejor amiga”.
“Un Simple Favor” es un thriller con mezcla de película de suspenso y comedia de humor negro. A medida que vamos avanzando en la trama nos damos cuenta que no se trata simplemente de la búsqueda de Emily, sino de una historia más intrincada, violenta e incluso oscura que el espectador irá descubriendo expectante a conforme va avanzando el argumento.
Kendrick y Lively se convierten en un gran dúo, pero también realizan un buen trabajo de actuación individual. Nos conmovemos con la dulzura de Stephanie y la preocupación por su amiga, nos perturbamos por Emily y su destino desconocido. Al mismo tiempo, logran sacarnos una carcajada en los momentos de humor.
La dirección de Paul Feig está muy bien lograda, aunque por momentos el relato se convierte en vertiginoso, haciendo que el público se pierda alguno de los puntos importantes.
Cabe destacar que el vestuario en esta ocasión juega un papel importante para diferenciar correctamente las personalidades bien distintas de Stephanie y realmente consigue convertirse en un personaje más en la historia.
En conclusión, “Un Simple Favor” es un buen film, con buenas actuaciones, que logra entretener al público, aunque por momentos se desarrolla de manera muy rápida pudiendo así marear al espectador.