El cine de Wes Anderson tiene sus propias reglas, un armado perfecto, recordemos “Los excéntricos Tenenbaum”, “La vida acuática”, “Tres son multitud”. En este film todo parece encerrado en un perfecto mundo de cartón, con grandes actores que actúan como muñecos vacíos en ese mecanismo de relojería. Todos menos dos adolescentes que descubren el amor, el deseo, la rebeldía. Redonda, solo aparentemente candorosa, disfrutable. Con Bruce Willis, Frances McDomand, Edward Norton, Bill Murray, Tilda Swinton, los adultos que actúan de telón de fondo de tanta pasión nueva.