Como en todo su haber cinematográfico, Anderson diseña puntillosamente cada pequeño detalle técnico, artístico y de puesta en escena. Los planos iniciales de Moonrise Kingdom recorren los interiores de un hogar para ubicar al espectador en las distintas habitaciones, halls y salas de star, permitiendo así ver cómo se interrelacionan los integrantes de la disfuncional familia Bishop, isleños de Gran Bretaña durante 1965...