En Un Rubio, su nueva película, el director Marco Berger (Ausente, Plan B) vuelve sobre algunos de los temas que le interesan. El deseo, liberado o reprimido, el amor entre hombres. Aquí para la historia del tímido Gabriel -el rubio- y Juan. Que comparten casa y tienen, por tanto, la intimidad como condición dada para un acercamiento. Pero también tienen compromisos, Juan relaciones con mujeres, amigos de birra y peli en el sofá, y uno de ellos es padre. El deseo aparece, entonces, con su anuncio de tormenta emocional. Y la película lo desarrolla con sutileza, sin apuro, con al aporte de un elenco de gran naturalidad. Permitiendo que emerja la emoción, hasta su bello desenlace.