Baby express
Seamos claros desde el comienzo, Un suceso feliz es una película entretenida. No se van a aburrir y es fácil sentirse cercano a nuestros personajes. El problema es que más que los personajes, lo que conmueve son las situaciones. Estando ante un tema sensible como el embarazo, lógicamente relacionado con la existencia de cualquier ser humano, el tema toca muy de cerca. Pero, una sumatoria de situaciones bien pensadas, diagramadas y dirigidas de una forma correcta no hacen a una película. El relato no confluye de ninguna forma con los personajes y cuando parece que tienen una interesante comedia romántica inmediatamente surge el drama, pero no el drama que veríamos saludablemente en alguna comedia dramática, sino una serie de pozos profundos y reflexivos sin ningún tipo de conexión con el resto de la película.
Es decir, para entender esta película televisiva sin ningún tipo de riesgo visual, salvo en algunos coqueteos con la animación o la metáfora que aparecen tan fragmentarios e inconexos como el relato, tenemos que saber que sólo es una suma de situaciones. En las causas del embarazo tenemos los riesgos visuales, la comedia romántica amable, y en sus consecuencias tenemos ocasionalmente una comedia y luego un drama y un melodrama denso, muy denso. En el medio Louise Bourgoin y Pio Marmai, dos intérpretes que evidentemente tienen el ritmo para el género, intentan sostener situaciones que a medida que nos acercamos al desenlace se tornan más inverosímiles.
Entonces… ¿vale la pena ver Un suceso feliz? Si vieron cualquier comedia o drama sobre la temática no, no pierdan el tiempo, la película tiene sus momentos pero no alcanza para que estén sentados más de una hora y media viendo algo que probablemente ya vieron en otro lugar. Quizá, si sólo fuera un videoclip, o si el poder de síntesis pudiera definir qué tipo de película se pretende, lo valdría. Pero si no vieron nada o les gusta ver cine en torno a esta temática no es una película aburrida, sólo mediocre.