Liviana y accesible
La película por la que Sandra Bullock ganó el Oscar es, en líneas generales, mediocre.
La historia del cine está repleta de flojas películas con grandes actuaciones. Si bien lo que hace Sandra Bullock en Un sueño posible tampoco puede llegar a considerarse una gran actuación, sí es cierto que está bastante por arriba del nivel general de la película, que es más bien mediocre.
En otras circunstancias -sin el Oscar o los 250 millones de dólares que la película de John Lee Hancock recaudó en los Estados Unidos-, un filme como éste iría en la Argentina directo al DVD. Una historia sobre fútbol americano, basada en un caso real (el de Michael Oher), que se puede describir como una "película para TV" (o una versión liviana, amable y accesible de Preciosa), Un sueño... carga encima con todos los clichés del cine de inesperados triunfos deportivos, de jóvenes que superan sus difíciles circunstancias y del famosos género "hecho real".
Pero, sin embargo, el filme tiene algunas particularidades que le dan cierta gracia. En principio, porque el personaje de Bullock es en sí bastante especial: una mujer republicana, ultra religiosa, fanática del fútbol americano y que se ocupa de ese tema en su blanquísimo y puritano colegio del medio oeste pro-Bush del país. "¿Quién iba a decir -comenta con su marido cuando conoce a una profesora que le da clases a Oher-, que en tan poco tiempo íbamos a conocer a un negro y a un demócrata?"
Ella es una mujer activa, decidida, literalmente de armas tomar. Y cuando este chico aparece rondando por la escuela y es evidente que por su peso y tamaño tiene todo para ser un gran defensor de fútbol americano, la mujer se lo lleva a su casa y termina haciéndolo parte de su familia, para la sorpresa de sus amigas y el escándalo social.
Todo lo que sucederá de aquí en adelante, en este filme "de unidad nacional" (no todos los negros se matan entre sí, no todos los blancos republicanos son racistas... ese tipo de pavadas) es lo que uno imagina que puede suceder. Chispazos de Bullock, algunas gracias de su hijo (un pequeño bastante pícaro) y, por suerte, la discreción para evitar las gruesas y literales descripciones de un filme como Preciosa hacen que uno pueda tolerarlo. Pero no hay mucho más que eso. Lo que sí hay son películas mucho mejores que salen directo a DVD (sin ir más lejos, lo nuevo de Wes Anderson, El fantástico Sr. Zorro) que deberían estrenarse antes que Un sueño posible.