¿Por qué a los americanos les cuesta tanto entender la cuestión de la diversidad? ¿Por qué no comprenden que la mejor manera de no discriminar es aceptar al otro con sus creencias, modos de ser, gustos, cultura, etc? Para que no haya jerarquías entre las razas o los pueblos es necesario aceptar las diferencias, y no buscar homogeneizar las culturas. Quise empezar con esta reflexión porque, sin tratar de ser extremista con mi caracterización (aunque termine siéndolo finalmente), esta película me pareció discriminativa por todos lados.
Leigh Anne Touhy (Sandra Bullock) es una profesional, que además es madre de dos niños. Un día descubre a Big Mike (Quinton Aaron), un compañero de escuela de sus hijos, que vive desamparado en la calle. Conmovida por la situación de este joven de color negro, decide acogerlo un tiempo en su casa. Con el transcurso del tiempo, toda la familia se irá encariñando con Michael, hasta que decidan adoptarlo.
Un sueño posible está basada en hechos reales, y quiero que se entienda que en esta reseña no juzgo la historia verdadera sino el tratamiento que se da de ella en la película.
Este film deja el mal sabor en la boca que deviene de aquella concepción de la caridad basada en la ayuda de alguien superior a alguien inferior. Desde los calificados maestros del colegio católico que lo admiten como alumno hasta la conservadora familia que decide adoptarlo, todos están haciendo caridad con el torpe, de pocas luces y, encima, negro Michael (que se entienda que en esta última frase estoy siendo irónica, por favor).
Pareciera que todas las cosas que Michael logra son gracias a los blancos que lo ayudan, y no gracias a él mismo.
Pero no hay que discriminar, no. Por ello, Michael debe usar la misma ropa que ellos, estudiar de la misma forma que ellos, alcanzar las mismas calificaciones que ellos, ir a la misma universidad que ellos, y ser un gran deportista, como ellos. Aunque ninguna de estas cosas le guste. Esa es la única forma que tiene Big Mike de ser igual.
Es una lástima que a esta bella historia se le haya dado un tratamiento tan vacío.
No quiero terminar este artículo sin resaltar algo bueno y eso es, sin dudas, la interpretación de Sandra Bullock. Ésta actriz ha concretado en su actuación uno de los mejores papeles de su carrera. No es sobresaliente ni tampoco conmovedor (aunque seguramente lo intenta), pero sí es creíble y contundente.