Vive una historia de espionaje
Llega a la cartelera un nuevo film británico basado en una novela de John le Carré y acá nos camuflamos para pasar desapercibidos y que nuestro mensaje llegue a buen puerto.
John le Carré es uno de los novelistas que más material le aporta al mundo del cine y la televisión. Quizás sea porque sus obras son ideales para dichos medios – el suspenso, el doble espía y la conspiración son temas que nunca pasan de moda – o tal vez porque las mismas, al adaptarlas, son una cuota de seguridad en materia comercial. Indicar el lema “Basado en la novela de John Le Carré” es una marca de agua más que confiable para cualquier espectador. Con ese anticipo ya sabes que te vas a encontrar.
Un traidor entre nosotros (Our Kind of Traitor, 2016) se basa en la penúltima novela que publicó el escritor allá por el año 2010. Sin lugar a dudas, tiene todo ese condimento que una novela de suspenso y espías podría tener. La obra se basa en un profesor de literatura que un viaje se topa con un ruso, el cual le confía información confidencial que funciona como pan caliente para los miembros de la inteligencia británica. Desde ese momento todo comienza a pender de un hilo: el riesgo de quien suministra la información, el inocente intermediario y quienes deciden utilizar dicho recado. El film sostiene una dinámica fiel a su propósito: lograr que nos pongamos en la piel de quien debe hacer llegar el mensaje.
Adentrados en la intriga y suspenso que suceden luego del primer acto, la película se sostiene gracias a dos pilares fundamentales: el magnífico reparto y una dirección experimentada. El combo estelar es un plus a toda película pero muchas veces funciona como un contrapunto, como una granada a punto de estallar, si no se marcha por el buen camino. Si este reparto es genial, pero no se lo lleva por la senda correcta, la lluvia de detractores comienza a emerger desde el primer minuto. Ewan McGregor en la piel de este honesto profesor de literatura y un extraordinario Stellan Skarsgard como el ruso que filtra la información son las dos caras principales de la historia, junto con Damian Lewis, un experimentado en esto del espionaje gracias a su rol de Brody en Homeland, y Naomi Watts en unos correctos roles secundarios, son coordinados por la directora Susanna White (El regreso de la nana mágica) que cuenta con una vasta experiencia en el mundo de la televisión, destacándose en dos miniseries como Jane Eyre (2006) y Generation Kill, realizada por HBO en el 2008.
La historia se mantiene por el buen camino a lo largo del film, sin arriesgar, sin ambicionar con contar algo distinto ni buscar la espectacularidad. El último tramo de la película, los últimos 20 minutos, son para mirar sin pestañar y no obviar ningún detalle.
Sin estar a la altura de otras obras de John le Carré que fueron adaptadas a la pantalla grande, como El topo (Tinker Tailor Soldier Spy, 2011), El jardinero fiel (The Constant Gardener, 2005) o El hombre más buscado (A Most Wanted Man, 2014), Un traidor entre nosotros nos entretiene y hoy en día, por más simple que parezca, es muy importante. Ahora ya sabríamos como actuar si tenemos que trasladar información ultra secreta a las altas esferas del gobierno. Quizás sea eso lo que nos encanta de John le Carré. Nos traslada en roles impensados, en historias que rara vez podríamos ser parte, despertándonos el misterio a un terreno que desconocemos. “Vive una historia de espionaje” sería el lema implícito que acompaña estos productos basados en la novelas de John le Carré.