DE RUSIA CON TRAICIÓN
John le Carré se hizo conocido como cronista de la Guerra Fría, quien daba el retrato más realista, o al menos más creíble, del mundo del espionaje. Como su colega Ian Flemming, también exhibía un currículum de ex-agente secreto pero, en contraposición a este, se presentaba como la versión Unplugged, sin las estridencias, las hazañas imposibles, las chicas y el glamour, ofreciendo en cambio un vistazo a todo lo que el mundo de los servicios de inteligencia tiene de gris y burocrático pero también de violento, despiadado y amoral. Sus libros han sido frecuentemente llevados al cine y varias de su adaptaciones como El espía que vino del frio (1963, la primera) o El Topo (2011, una de las más recientes) mostraron ese mundo de fatalidad y sordidez donde la traición y la desconfianza están a la orden del día. La Guerra fría terminó pero eso no quiere decir que le Carré se haya quedado sin material. Un traidor entre nosotros viene a probar eso mismo.
Basado en una novela reciente de su autor (2010), el segundo film de Susana White (quien cuenta con una extensa carrera en la televisión) transcurre en esa arena no menos brutal que es la del crimen organizado e internacional. El protagonista, Perry (Ewan McGregor) es un profesor universitario de vacaciones en Marruecos con su esposa abogada, tratando inútilmente de salvar el matrimonio del naufragio provocado por su infidelidad. Por casualidad Perry se encuentra en un bar con Dima (Stellan Skarsgård) un extrovertido ruso que lo invita a una fiesta bastante decadente. Entrado en confianza este le confiesa que lleva las cuentas de un sector de la mafia rusa que está ya pulo puso a él y a su familia en la mira y le pide que lo ayude a contactarse con las autoridades británicas para que estos lo saquen del aprieto a cambio de información valiosa sobre nombres y cuentas de sus patrones y socios. Perry acepta y se mete de lleno en un mundo peligroso y desconocido en el que se va viendo cada vez más involucrado.
La referencia inevitable aquí es Hitchcock, a quien le gustaba poner a personas comunes cayendo por azar en situaciones extraordinarias y peligrosas. La diferencia es que allí los personajes eran empujados contra su voluntad y hacían todo lo posible, aunque generalmente sin éxito, para zafar del embrollo, lo cual contribuía a la identificación del espectador. (vease Intriga Internacional). Aquí en cambio Perry se mete desde el principio como un caballo y continúa operando casi por inercia, al punto que la incredulidad de Dima lo lleva a preguntarle “¿por qué seguís haciendo esto?”. La respuesta es tan lacónica como insatisfactoria: “no lo sé”, le contesta para luego continuar viaje como si no hubiera nada más que hacer. El problema es que no lo sabe él y no lo sabe el espectador tampoco. Uno puede intuir, con ganas, el influjo del aburrimiento, o la culpa, o algún carácter quijotesco, pero es poco y apenas esbozado. Y esa falta de motivación conspira contra la empatía con el personaje y contra la credibilidad del relato.
McGregor y Skarsgård hacen buena pareja, uno con look de perejil y mirada de “¿qué hago acá?”, el otro con una impronta expansiva y ruidosa y milagrosamente querible. Lo mejor del film es el retrato de ese escenario global donde ahora, caído el muro y la cortina de hierro, las luchas se llevan a cabo sin las máscaras ideológicas del viejo enfrentamiento entre potencias antagónicas, y lo que está en juego ya no son secretos de estado o información clasificada sino la circulación de la plata negra y el reparto del botín en el marco del capitalismo triunfante y salvaje.
Con ese escenario actual, Un traidor entre nosotros, ofrece los ingredientes clásicos del género de espías, el suspenso, la acción aunque más solapada y menos espectacular, los escenarios internacionales (Marrakech, Londres, parís, los Alpes suizos) y el clima de permanente sospecha. Por momento lograda y por momentos no tanto, logra al menos que uno siga mirando aunque a veces con la sensación de que lo hace con la misma inercia que su protagonista.
UN TRAIDOR ENTRE NOSOTROS
Our Kind of Traitor. Reino Unido. 2016
Dirección: Susanna White. Intérpretes: Ewan McGregor, Stellan Skarsgård, Damian Lewis, Naomie Harris, Alicia von Rittberg y Grigoriy Dobrygin. Guión. Hossein Amini, sobre la novela de John le Carré. Fotografía: Anthony Dod Mantle. Edición: Tariq Anwa y Lucia Zucchetti. Música: Marcelo Zarvos. Duración: 107 minutos.