Aunque algo despareja, esta comedia sobre el paso de la infancia a la adolescencia y sobre un chico que, además de sentir esos cambios de los catorce años planea un literal viaje a la Luna es de una frescura y una precisión a la hora de mostrar sentimientos notable y poco frecuente en el cine argentino. Mutti Spinetta y Torres están, ambos, muy bien y generan una gran empatía en los espectadores. Una película nacional alejada de nuestros temas más -o demasiado- frecuentes.