El Sunday Times lanza una competencia en 1968: la primera circunnavegación sin escala y en solitario. Donald Crowhurst era un pequeño empresario de Teignmouth, Inglaterra, aficionado al velerismo que decide participar, convencido de que puede ganar. Nunca había hecho nada parecido, su única experiencia en el océano era navegar cerca de la costa de su pueblo los fines de semana. James Marsh decidió llevar esta historia real al cine de la mano de grandes actores pero, como el viaje de Crowhurst, no llega a ningún puerto.