Una película que tiene aventura pero también convoca a la magia, que por momentos es cruel y en otros bella y sorprendente. La imposible relación de un náufrago que tiene como compañero de viaje a un tigre, el miedo, el motor de
la sobrevivencia, la desesperación y la maravilla se dan la mano en este viaje de un adolescente que sobrevivió 70 días en el mar. Ang Lee echa mano a toda la tecnología para sus trucos de prestidigitador, hasta su tigre es posible gracias a las alta tecnología. Uno sabe los trucos pero eso no impide que la verdad dramática funcione y fluya.