La película está basada en hechos reales. Una mujer americana (Reese Witherspoon) tendrá que ayudar a cuatro jóvenes refugiados conocidos como "Los niños perdidos". Estas jóvenes víctimas, que quedaron huérfanas tras la brutal Guerra Civil de Sudán que comenzó en 1983, viajaron alrededor de 1600 kilómetros a pie en busca de un lugar seguro.