Una chica invisible

Crítica de Jorge Bernárdez - Subjetiva

Se estrena comercialmente en Cine.Ar el jueves 13 de agosto.

La gran noticia que trae Una chica invisible es que se puede hacer una comedia de humor negro, con algo de fantástico y con mirada de género, sin que por eso ser aleccionador de manera aburrida.

En el comienzo de la historia hay un novio que acaba de cortar y al que lo carcomen los celos. Mauro (Pablo Greco) decide contratar un hacker que le ponga cámaras a su ex y a partir de allí, Andrea (Andrea Carballo) sienta que algo en su casa, que hay una presencia o algo raro. Por su parte Daniel (Javier de Pietro), se obsesiona a su manera con Andrea y también se dedica a fisgonear en la vida de la aspirante a actriz. El hacker tiene además una hija que educa solo y que tiene los problemas habituales de los pre adolescentes en estos tiempos.

El conjunto de personajes está bien pensado y la manera de hacerlos jugar para que la historia tenga suspenso y humor, es muy eficaz. La película encara distintos temas de estos días y a la vez cumple con el objetivo de entretener y de demostrar distintos efectos a la hora de contar en unos minutos a la manera de un manga, con narración en japonés y subtítulos.

Así que hay que decir que tenemos un director nuevo al cual prestarle atención porque en esta primera película, muestra variedad de recursos y buena mirada para el cine de género. También habrá que seguir a Lola Ahumada, que hace de Juana, la adolescente que por momentos empuja la trama y que muestra una solvencia sorprendente que a veces no logran actores profesionales.

UNA CHICA INVISIBLE
Una chica invisible. Argentina, 2019.
Dirección y guion: Francisco Bendomir. Fotografía: Mariano de Rosa. Intérpretes: Andrea Carballo, Javier de Pietro, Pablo Greco, Lola Ahumada. Duración: 80 minutos.