Si prestan atención a los diseños de estos personajes en el afiche promocional van a notar que son exactamente iguales a todas las películas independientes de animación que llegaron a la cartelera en el último tiempo.
La película sigue una fórmula familiar que resulta efectiva dentro del cine infantil.
A través de un relato de aventuras que tiene personajes simpáticos se desarrolla una historia que tiene el fin de expresar alguna lección de vida.
En el caso de Una cigüeña en apuros el foco central de la historia pasa por la búsqueda de identidad.
La animación es bastante decente para tratarse de una co-producción entre cinco países europeos y los Estados Unidos que contó con un presupuesto moderado.
Si bien no hay ninguna idea original en esta producción que permita marcar una diferencia con otras películas similares, la historia tiene los condimentos diferentes para entretener a los más chicos.
Una cigüeña en apuros es una opción que puede funcionar muy bien para niños de entre 4 y 10 años.
No es una historia que van a recordar con el paso del tiempo, pero al menos contribuye a brindar un pasatiempo entretenido.